Desde su ascenso al trono, la Casa Real Británica ha estado meticulosamente planificando los procedimientos a seguir en caso de la lamentable eventualidad del fallecimiento del Rey Carlos III. Con la noticia reciente de su diagnóstico de cáncer, la monarquía británica se prepara para cualquier eventualidad, asegurando una transición fluida y respetuosa en los tiempos difíciles que puedan estar por venir.
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El anuncio del diagnóstico de cáncer, aunque sin detalles específicos sobre su tipo, ha levantado preocupaciones sobre la salud del monarca, de 75 años de edad. A pesar de que la enfermedad no se relaciona directamente con su reciente tratamiento para el agrandamiento de la próstata, se ha optado por su retirada de los deberes públicos más inmediatos.
En caso de que se produzca el trágico desenlace, la Casa Real Británica tiene en marcha la 'Operación Menai Bridge', un plan detallado que se activaría al día siguiente del fallecimiento del Rey. El primer paso de este protocolo sería el ascenso de su hijo mayor, el Príncipe William, como el nuevo Rey de la Mancomunidad. Aunque el nombre de este protocolo hace referencia a un puente en Gales, la elección del nombre que adoptará el nuevo monarca aún no ha sido revelada.
A su vez, se espera que la esposa de William, Kate Middleton, asuma el título de Reina consorte, dejando atrás la abreviatura de su nombre y optando por el título completo de Reina consorte Catherine. En términos de sucesión, su hijo George tomará el primer lugar, seguido por su descendencia en caso de tenerla, en lugar de su hermana Charlotte.
Asimismo, se anticipa que Charlotte, hija de William y Kate, será nombrada la nueva Princesa de Gales cuando su padre asuma el trono británico. Por último, se espera que Camilla Parker, actualmente Duquesa de Cornualles, asuma el título de Reina viuda tras el fallecimiento del Rey Carlos III.
Estos preparativos son una muestra del compromiso de la Casa Real Británica con la estabilidad y continuidad en tiempos de cambio, asegurando una transición ordenada y respetuosa en medio de momentos difíciles para la nación.