El Fútbol Club Barcelona consiguió vencer al París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes por un resultado final de tres goles a dos, en un compromiso que estuvo bastante parejo y que se terminó definiendo por detalles.
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Ahora bien, durante la primera parte, el conjunto parisino empezó dominando la posesión del balón pero sin encontrar la profundidad deseada para poner en aprietos a la defensa azulgrana; en cambio, los dirigidos por Xavi Hernández aprovecharon esto las transiciones rápidas y la presión alta para crear las oportunidades más claras del primer tiempo.
Gracias a esta estrategia, consiguieron abrir el marcador en el minuto 37 luego de un error clamoroso del guardameta italiano, Gianluigi Donnarumma, que Raphinha mandó al fondo de la red. De esta forma ambos conjuntos se fueron al descanso con el Barça ganando por la mínima y con una decepción muy grande por parte de los aficionados franceses.
El Barcelona salió dormido
Por otro lado, en la reanudación del partido el PSG salió con otra intensidad y en sólo dos minutos logró dar vuelta al marcador, gracias a los goles del mediocampista portugués Vitinha y del extremo francés, Ousmane Dembélé. En cuando al tanto del centrocampista vino tras una gran combinación con el español, Fabián Ruiz, que Vitinha culminó con un remate ajustado.
Mientras que, el tanto del atacante de 26 años fue el encargado de igualar el partido con un potente zurdazo que Marc-André ter Stegen no pudo detener, cumpliendo así, con la ley del ex. Cabe destacar, que los aficionados culés quedaron sorprendidos por la eufórica celebración del futbolista, luego de su paso por la escuadra blaugrana.
La remontada del Barça
Luego de los dos goles del PSG, el combinado catalán mantuvo su estrategia pero el cuerpo técnico realizó algunos cambios que terminaron definiendo el encuentro, dichas modificaciones fueron Pedri y Andreas Christensen; por el lado, del joven medio español dio un pase milimétrico para que Raphinha marcará su doblete y regresará la igualdad al marcador.
Y más tarde, el zaguero danés en el primer balón que tocó, mandó el esférico al fondo de la red, con un cabezazo en el área chica que la defensa de París no logró interceptar, consiguiendo la ventaja para el partido de vuelta celebrado en el Estadio Olímpico de Montjuic.