El partido entre Barcelona y Villarreal estuvo lleno de emociones y de polémicas, siendo la principal de ellas el penalti señalado por el arbitro Munuera Montero y que posteriormente anuló tras revisarlo en la pantalla del VAR.
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Xavi Hernández no se guardó nada y luego de la acción se dirigió directamente a una de las cámaras de televisión para soltar gritar frente a ella: "Una vergüenza, una vergüenza".
El entrenador del Barça, que vio una amarilla durante el partido por protestar, se giró en cuanto Munuera Montero hizo el gesto de anular el penalti para buscar una cámara y gritar su queja. Un penalti que se señaló 3-3 y que hubiera cambiado el signo del partido... que acabó perdiendo el equipo azulgrana 3-5.
En la repetición se vio como el balón pega en el codo de un defensor del Villarreal quien además tenía el brazo pegado al cuerpo por lo que el arbitro interpretó que evitó en todo momento el contacto directo.