El 15 de marzo de 2015, en el Gran Premio de Australia, dos jóvenes promesas se lanzaban a la pista por primera vez en la Fórmula 1. Carlos Sainz, con 20 años, y Max Verstappen, con 17, debutaban en Toro Rosso (hoy llamada Visa Cash App RB), iniciando un viaje que los convertiría en dos de los pilotos más aclamados de la parrilla actual.
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En aquel entonces, nadie podía imaginar que Lewis Hamilton y Mercedes dominarían la era híbrida con tanta comodidad, batiendo récords históricos. Sin embargo, Sainz y Verstappen ya brillaban con luz propia, demostrando un talento innato que solo podía augurar un futuro prometedor.
Sainz, apodado "el hijo de" en sus inicios, debido a la exitosa carrera de su padre en el mundo del rally, silenció las críticas con su rendimiento. En su debut, sumó dos valiosos puntos, dejando claro su potencial. Verstappen, por su parte, se convirtió en el piloto más joven en competir en la F1, rompiendo barreras y desafiando las normas establecidas.
La carrera de aquel día en Melbourne también marcó el regreso de Sebastian Vettel a Ferrari. El alemán, buscando la gloria con el Cavallino Rampante, no pudo alcanzarla, pero su presencia en la parrilla no pasó desapercibida. McLaren, con motores Honda, también acaparó la atención. Sin embargo, la ausencia de Fernando Alonso por una misteriosa lesión en los test de pretemporada truncó sus aspiraciones. Kevin Magnussen, su sustituto, ni siquiera pudo tomar la salida por problemas en el motor, presagiando una era turbulenta para la escudería británica.
En la pista, los debutantes Sainz y Verstappen protagonizaron un duelo emocionante. El español, aprovechando el abandono de su compañero, sumó sus primeros puntos en la máxima categoría, aunque no fue el mejor novato de la carrera. Sorprendentemente, Felipe Nasr con Sauber se alzó con la quinta posición, por delante incluso de Daniel Ricciardo en Red Bull.
El destino, sin embargo, depararía caminos muy distintos para estos debutantes. Verstappen se ha convertido en un tricampeón del mundo, Sainz ha logrado victorias con Ferrari, pero no tiene un asiento seguro para la próxima temporada debido a que su escudería, confirmó a Lewis Hamilton como futuro compañero de Charles Leclerc.
El debut de Sainz y Verstappen en 2015 marcó un antes y un después en la F1. Desde entonces, ambos han cautivado a los aficionados con su talento, determinación y espíritu competitivo, convirtiéndose en dos de las figuras más relevantes del presente y futuro del automovilismo.