Cuatro futbolistas del equipo Vélez Sarsfield han sido acusados de abuso sexual por una periodista de 24 años. La denunciante relató ante la jueza que no dio su consentimiento para lo que sucedió y que se sintió despojada de su dignidad, carrera y felicidad. Los futbolistas, por su parte, argumentaron que la joven participó voluntariamente en las interacciones sexuales.
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Los jugadores del club Vélez Sarsfield acusados de violar a una joven de 24 años en un hotel de San Miguel de Tucumán seguirán detenidos en dicha provincia. La jueza Laura Casas confirmó este lunes la prisión preventiva para Braian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín Bobadilla, quienes permanecerán en la Dirección General de Investigaciones antes de cumplir arresto domiciliario por un plazo de 90 días en la provincia y previo al inicio del juicio.
Los futbolistas solicitaron recuperar su libertad, pero solo Sebastián Sosa sigue en libertad condicional, mientras que sus tres compañeros cumplen arresto domiciliario en Tucumán. Una vez depositada la caución, el arquero podrá regresar a Buenos Aires con la obligación de presentarse cada 15 días en Tucumán y con la prohibición de salir del país por 90 días. Los deportistas continúan imputados con distintos grados de participación en el caso.
Según la información proporcionada por diversos portales, las defensas de los jugadores mostraron su desacuerdo con la decisión de la jueza, planteando la posibilidad de interponer un recurso extraordinario ante el tribunal de impugnación. El club Vélez Sarsfield suspendió el contrato de los jugadores acusados.
La periodista deportiva que denunció la agresión sexual expresó su descontento por la excarcelación de los futbolistas y la concesión de prisión domiciliaria, considerando que los acusados podrían disfrutar de beneficios que a ella, como víctima, le son negados. Las defensas argumentaron el temor de la presunta víctima a cruzarse con los denunciados y justificaron el pedido de traslado a Buenos Aires con obligación de presentarse periódicamente ante el juzgado.
El caso se originó tras el partido entre Vélez y Atlético Tucumán, donde la joven denunció haber sido invitada al hotel donde se concentraba el equipo de Liniers. Tras una serie de mensajes de Instagram, la chica se encontró con los jugadores en la habitación 407, donde habría ocurrido el presunto ataque. Tres días después, la víctima realizó la denuncia ante la policía de Tucumán, entregando la ropa que usó aquella noche.
La fiscalía ordenó pericias a la víctima, el relevamiento de cámaras de seguridad y el análisis de las prendas. Los jugadores fueron separados preventivamente del plantel del club. En su testimonio, la denunciante detalló los eventos ocurridos en el hotel antes de presentar la denuncia.