La Fórmula 1 sigue buscando soluciones para mejorar la visibilidad en condiciones de lluvia. Este jueves, Scuderia Ferrari y la FIA realizaron una prueba en el circuito de Fiorano con un nuevo sistema anti-spray que podría revolucionar las carreras en pista mojada.
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Las pruebas se llevaron a cabo con un Ferrari SF-75 conducido por Arthur Leclerc (hermano de Charles) y un SF-24 pilotado por Oliver Bearman. Los monoplazas estaban equipados con guardabarros de carbono que cubrían parcial o totalmente los neumáticos delanteros y traseros.
El objetivo de este nuevo sistema es reducir la cantidad de spray que generan los coches en condiciones de lluvia, lo que mejora la visibilidad de los pilotos que van detrás.
Un problema histórico
El spray ha sido un problema en la F1 durante muchos años, ya que puede dificultar la visión de los pilotos y aumentar el riesgo de accidentes. En 2022, la FIA ya realizó una prueba similar en Silverstone, pero los resultados no fueron concluyentes.
Las pruebas de Fiorano se han centrado en estudiar el flujo de agua que genera el spray y en evaluar la eficacia de los guardabarros en diferentes configuraciones.
Aún es demasiado pronto para saber si este nuevo sistema anti-spray será efectivo. La FIA analizará los datos recopilados durante las pruebas y tomará una decisión sobre su futuro.
Un debate abierto
La idea de utilizar guardabarros en la F1 ha generado opiniones encontradas. Algunos aficionados creen que afectaría a la estética de los monoplazas, mientras que otros consideran que es una medida necesaria para mejorar la seguridad. Los jefes de equipo aun tienen que esperar los resultados de los test para empezar a planificar como podría afectar este sistema a la carga aerodinámica de los monoplazas.
La búsqueda de soluciones para mejorar la visibilidad en condiciones de lluvia es un tema importante para la F1. Si este nuevo sistema anti-spray resulta efectivo, podría cambiar las reglas del juego en las carreras en pista mojada.