Todo indica que es definitivo el quiebre del príncipe Harry con la familia real británica. Y es que, el hijo de Carlos III ha preferido alejarse de la corona y vivir en paz junto a su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibet. Ahora, su alteza real deja atrás su historia en los palacios y legalmente decidió renunciar a su residencia en el Reino Unido.
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Esta semana, la realeza británica fue noticia una vez más luego que se conociera lo que había sucedido con Harry. De acuerdo a los documentos legales publicados por TMZ, el príncipe cambió su residencia de Reino Unido a Estados Unidos, país donde vive desde hace 4 años.
El cambio se dio a partir de la documentación que entregó el hijo de Lady Di a Companies House para su organización sin fines de lucro dedicada al ecoturismo que lleva por nombre “Travalyst”. Sin duda alguna, esto es un paso muy revelador en su vida, pues con esto termina de perder los beneficios de la corona y, además, no es considerado un miembro activo de la realeza inglesa.
Las consecuencias
Según lo que opina la periodista Tatiana Arús, Harry “cuando entregó en 2023 los papeles al Registro Mercantil ya figuraba como residente en EE. UU”. Además, recalcó que: “no sabemos si es coincidencia o no, pero coincide con las fechas en las que el rey Carlos III le había invitado a abandonar su residencia con Meghan Markle en Reino Unido”.
Vale recordar que, el año pasado, Su Majestad le exigió a su hijo menor que desalojara la residencia Frogmore Cottage ubicada dentro del Castillo de Windsor, la cual fue un obsequio de la reina Isabel II como regalo de bodas para Harry y Meghan. Todo esto sucede luego de la publicación del libro del rubio, llamado “En la sombra”.
Ahora, esto también repercute en su próxima visita al Reino Unido. En el mes de mayo, el príncipe debe viajar a su tierra para un servicio especial de los Juegos Invictos, ante ello, solicitó protección policial durante su paso por el país, la cual fue negada. El Tribunal Superior determinó que no podrá gozar de la seguridad financiada con fondos públicos, pues no forma parte de los miembros de la Familia Real.
Fue en el 2020, cuando Harry y Meghan tomaron sus maletas y las de Archie y se mudaron a Montecito, California, donde llevan una vida tranquilos y lejos de la presión del trono. En su mansión de 16 habitaciones y enormes espacios, les brinda la paz que necesitaban y la que venían buscando desde hace años.