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El director financiero de McDonald’s, Ian Borden, informó que los ciudadanos estadounidenses de bajos ingresos están optando por no comer en la cadena, para reducir los gastos y combatir la inflación en el país norteamericano.
Se trata de un “contexto desafiante”, pues las tasas de interés son altas y sus ahorros se han reducido vertiginosamente. Las fluctuaciones económicas han motivado a los comensales a recortar pequeños lujos, tales como gastos en cadenas de comida rápida, entre estas, McDonald’s, que se ha caracterizado por ofrecer productos variedad de platillos a precios asequibles.
En este sentido, los datos de la inflación de febrero correspondiente al Índice de Precios del Consumidor reflejan que los costos de los alimentos incrementaron en 1% por año. De igual modo, los precios de los restaurantes sufrieron un aumento de 4.5% en el último año.
Ante el contexto económico, la cadena estadounidense implementó una serie de medidas como ofrecer servicios en el autoservicio con paquetes desde $4 o menos en el 90% de sus locales distribuidos en el territorio estadounidense.
Además, McDonald’s reveló otros factores que han afectado directamente sus ganancias, entre estos, destaca el conflicto en Medio Oriente, causando la disminución de sus ventas en la región. El crecimiento que se produjo fue de 0.7% en el último trimestre, representando un crecimiento de apenas 4% en comparación con otras cadenas y negocios con presencia en los Estados Unidos.
En contra parte, los precios han mejorado luego de la pandemia por Covid-19, experimentando una inflación, la cual ha aumentado en un ritmo lento desde mayo de 2021, de acuerdo a datos del IPC.
Cabe destacar que los precios de los comestibles se encuentran en su nivel más bajo a partir de junio de 2021, y la inflación de los alimentos en los restaurantes ha percibido el menor aumento desde julio de 2021.