La situación de los inmigrantes en Estados Unidos ha sido tema de controversia en los últimos tiempos, especialmente en estados como Iowa, donde recientemente se ha promulgado una ley que ha generado un fuerte debate. Grupos de derechos civiles han presentado una demanda para bloquear esta legislación, que permite a la policía local arrestar y expulsar a inmigrantes que hayan sido deportados previamente.
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Estos grupos de derechos civiles han presentado una demanda contra la ley de Iowa que permite arrestar y expulsar a inmigrantes que han sido deportados previamente. La medida ha generado preocupación entre los activistas, quienes argumentan que entra en conflicto con la ley federal y podría tener consecuencias graves para los habitantes del estado.
Según la demanda, la ley crea nuevos delitos para cualquier persona, incluidos los niños, que hayan reingresado al país después de ser deportados, aun si tienen autorización para estar en Estados Unidos. La demanda, presentada por el Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC) y la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), solicita un bloqueo a la implementación de la medida, que se espera entre en vigencia el 1 de julio.
Kate Melloy Goettel, directora jurídica del AIC, ha expresado su preocupación por la posibilidad de que incluso las personas con estatus migratorio legal puedan ser arrestadas y deportadas si previamente fueron expulsadas del país, calificando la ley como inconstitucional.
Los activistas han denunciado la ley como una de las peores leyes estatales contra los inmigrantes en el país, advirtiendo que podría afectar a personas a las que se les ha concedido asilo o visas especiales. La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, ha respaldado la ley, argumentando que es necesaria para hacer cumplir las leyes de inmigración vigentes, especialmente ante la falta de acción por parte del gobierno federal. Iowa se une así a otros estados republicanos que han adoptado medidas similares contra la inmigración indocumentada.