El Super Bowl, ese evento deportivo que trasciende los límites del fútbol americano para convertirse en una fiesta gastronómica a nivel nacional, está a punto de llegar. Con los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs listos para enfrentarse en el campo, los aficionados ya están planificando sus festines llenos de deliciosos snacks. Según las estadísticas, el 80% de las compras planificadas para este gran juego se destinan a bebidas y alimentos, y se espera que este año no sea diferente.
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En lo más alto de la lista de snacks más consumidos se encuentra la reina indiscutible del Super Bowl: la pizza. Con aproximadamente 13 millones de pizzas pedidas durante el juego, este clásico plato se mantiene como el favorito de las multitudes. En segundo lugar, pero no muy lejos detrás, se encuentran las alas de pollo, ya sea tradicionales o boneless, con un asombroso total de 1.23 billones de alitas individuales, lo que equivale a unas 100 millones de libras de alitas.
Siguiendo de cerca están las papas fritas, un acompañamiento imprescindible en cualquier fiesta del Super Bowl, con un estimado de 5 millones de kilos devorados durante el juego. Y no podemos olvidar el guacamole, para el cual México envió 132,000 toneladas de aguacate solo para satisfacer la demanda de este sabroso dip.
Finalmente, aunque no menos importante, las hamburguesas ocupan un lugar destacado en la mesa del Super Bowl, con un promedio de 14 billones de estas jugosas delicias consumidas durante el juego. Este evento deportivo no solo es una batalla en el campo, sino también una batalla culinaria en la que los aficionados se entregan a sus placeres gastronómicos favoritos mientras animan a sus equipos.