No fue petroleo ni algún mineral precioso, pero Estados Unidos descubrió algo muy importante para extraer lo mejor del ideario de su afición: el fútbol latinoamericano. En eso han apostado mucho y las pruebas son evidentes. En medio de la búsqueda de hacer llegar el balompié a los gustos de los estadounidenses, el imán para atraerlos ha sido y serán las estrellas más rutilantes de la Conmebol.
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La primera apuesta por eclipsar al mundo del fútbol, fue la llegada de Lionel Messi a la MLS y luego la decisión de ser la sede para albergar la Copa América en 2024, acciones que dan fe de esto. Sobre todo, un certamen en el que destacan los reflectores en las selecciones sudamericanas, como Argentina (reciente campeona del Mundo), Brasil y Uruguay.
Por tanto, parece evidente, que Estados Unidos quiere ser la nueva casa del fútbol, desde que apostaron por hacer un viraje en el crecimiento del balompié en este país y la apuesta es muy inteligente, porque tendrá en sus suelos parte de los protagonistas más importantes en el mundo de este deporte en un periodo intenso para demostrarlo desde 2024 hasta 2026, siendo una de las casas que organice también el Mundial de 2026.
Antecedentes de una apuesta
Este camino para que hoy sean un destino seguro del fútbol no es nuevo. Que la Copa América de 2024 pruebe las instalaciones de Estados Unidos es, en gran parte, a la edición exitosa de 2016 (ganada por Chile), que contó con un formato similar al que ahora se va a desarrollar: con 16 equipos; 10 de la Conmebol y 6 provenientes de la Concacaf.
Con estos pasos se fue trazando la idea de ir asentando al fútbol como uno de los espectaculos en este país y sobre todo en erradicar la vieja idea de que al estadounidense no tenía este deporte entre sus primeras preferencias.
En ese sentido, la Copa América desde el 20 de junio hasta el 14 de julio de 2024, será el abreboca a la cita mundialista, con nombres como Lionel Messi liderando el pelotón de estrellas y con el acompañamiento de selecciones como Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Paraguay junto a las clasificadas de Concafaf: México, Estados Unidos, Panamá, Jamaica y los dos cupos aún por dirimir.
No solo en el análisis estará a prueba los nombres de los equipos, sino el nivel de las instalaciones del formato que tendrá desde Cuartos de Final, Semifinal y una Final en un recinto como el de Miami, antes pasando por hasta 12 ciudades: East Rutherford (Nueva Jersey), Charlotte (Carolina del Norte), Atlanta (Georgia), Orlando (Florida), Arlington (Texas), Houston (Texas), Austin (Texas), Kansas City (Misuri/Kansas), Glendale (Arizona), Inglewood (California), Las Vegas (Nevada) y Santa Clara (California).
Así pues, la mesa queda servida para que Estados Unidos se reafirme como una de las casas predilectas del fúbol mundial y un albergue confiable para próximas ediciones que se quieran pintar de un éxito rotundo.