El Palau Braugana fue el recinto en el que el Barcelona recibió al Panathinaikos para disputar el partido correspondiente a la sexta jornada de la Euroliga, la competición de clubes de baloncesto más importante de Europa. Los visitantes arribaron al compromiso con récord negativo de 2-3, mientras que los culés estaban en la cuarta posición de la tabla con un balance de 4-1.
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El duelo tuvo un elemento particular que lo hizo mucho más especial y es que Willy -del Barsa- y Juancho Hernángomez -del conjunto griego- se volvieron a encontrar en un tabloncillo para jugar en contra.
Tal y como se preveía en el prepartido, el equipo encabezado por Roger Grimau impuso condiciones desde la primera mitad del duelo. En el parcial inicial estuvieron bastante igualados estadísticamente y en puntos anotados, ganando Barcelona por apenas una unidad (21-20). No obstante, en el segundo cuarto ya se abrió el marcador a favor de los españoles al mostrar una mejor defensiva y limitar a los rivales a únicamente un 20 % en tiros de campo, contra su 55.6 %. El resultado parcial del descanso de 45-33 terminaría siendo irremontable para el conjunto heleno en el transcurso del choque.
El segundo tiempo del juego fue totalmente volcado hacia el lado blaugrana en el tercer parcial y al revés en el último. Al Barcelona le tocó llevarse el tercero 26-14 y resistir el intento por regresar de Panathinaikos en el cuarto para concluir el duelo 80-72.
Jabari Parker y Jerian Grant fueron los máximos anotadores del Barsa y el Panathinaikos con 17 y 15 respectivamente.
Por su parte, los hermanos Hernángomez apenas se pudieron combinar para cinco puntos y la misma cantidad de rebotes.