En un reciente mitin de campaña en Rochester, New Hampshire, el ex presidente Donald Trump anunció sus planes de llevar a cabo la "deportación más grande en la historia" si regresa a la presidencia. En un mensaje dirigido a los migrantes, Trump afirmó: "Daré instrucciones a los jefes del ICE y de la Patrulla Fronteriza para que comiencen el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos".
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Estas declaraciones elevan el tono de la precampaña del ex presidente, mientras uno de sus principales rivales, Ron DeSantis, anuncia su retiro de las primarias, marcando un momento significativo en la competencia por la nominación presidencial.
Tras el anuncio de Trump, Stephen Miller, uno de sus exasesores en política migratoria, detalló que las deportaciones masivas comenzarían de inmediato en caso de que Trump retome la presidencia. La propuesta ha generado reacciones y debates sobre las políticas migratorias en el país, con defensores y críticos expresando opiniones divergentes sobre el enfoque propuesto por el ex presidente.
La retórica en torno a la inmigración y las políticas fronterizas se posiciona como un tema central en la agenda de los candidatos presidenciales, reflejando la complejidad y la polarización que rodean a este tema en la sociedad estadounidense. La promesa de una "deportación masiva" plantea preguntas sobre el impacto social y humanitario de dichas acciones, generando un debate en medio del proceso electoral.