Marielis Airam Briceño / @marielisb22
Debieron pasar 14 años para que dos tenistas estadounidenses disputaran la final del US Open. Las anteriores en hacerlo fueron Serena y Venus Williams en el 2003. Entonces, el triunfo fue 6-4, 6-3 para Serena.
Esta noche serán Sloane Stephens y Madison Keys quienes se enfrenten en el estadio Arthur Ashe por el trofeo en el último Grand Slam del año.
“Estoy feliz por haber llegado a mi primera final de Grand Slam aquí en casa. Es lo que sueña todo jugador”, explicó Sloane Stephens.
Stephens viene de recuperarse de dos operaciones en la rodilla izquierda que la mantuvieron alejada de las canchas por espacio de seis meses.
“Estuve muy frustrada, no podía ni caminar, pero ahora me siento diferente en todo sentido. Sé que va a ser un duelo difícil porque “Maddie” no solo es mi mejor amiga en el Tour, sino que es una fuerte competidora”, explicó Stephens, que jugará su primera final de un grande a sus 24 años de nacida.
Sloane Stephens se une a Venus Williams (1997), Kim Clijsters (2009) y Roberta Vinci (2015) como la cuarta jugadora no sembrada en llegar a la final. De estas tres, solo Clijsters ganó el título ante la danesa Caroline Wozniacki.