César Sequera Ramos || @CSequera11
Aunque el roster de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de Río 2016 no se comparaba a otros del pasado, el resultado terminó siendo el mismo. Marcadores abultados, jugadas impresionantes, y por supuesto, otra medalla de oro para su exitoso historial.
Estados Unidos terminó consiguiendo su presea dorada 15 en Juegos Olímpicos, su tercero consecutivo y extendió una hegemonía que hace temblar la principal característica del deporte: La competitividad.
Después de todo, la versión 2016 del Dream Team no dejó espacio a dudas, y consiguió la victoria en todos los equipos disputados a pesar de un inicio tambaleante. Y para el encuentro final, Estados Unidos se encargó de imponer su superioridad y conseguir marcas a granel.
Estados Unidos sacó una ventaja de 30 puntos contra Serbia (66-96), y se convirtió en el resultado más amplio en un final desde 1992, cuando nuevamente Estados Unidos derrotó por 32 tantos a Croacia (117-85).
“Ganó el mejor equipo”, aseguró Milos Teodosic, principal figura de Serbia. “Tienen más talento, velocidad, técnica y son más fuertes. Son el mejor equipo del mundo y tienen mucho mejor nivel que cualquier otro aquí”.
Pero esa superioridad es algo que tiene mucho tiempo así. Desde que se permitió el ingreso a jugadores de la NBA en Juegos Olímpicos (Barcelona 92), Estados Unidos solamente ha perdido un encuentro (Argentina en Atenas 2004) y tiene una racha de 76 encuentros consecutivos consiguiendo la victoria en todas las competiciones internacionales.
Su récord en competencias olímpicas es todavía más impresionante. Estados Unidos tiene un registro de 138 victorias, con solamente cinco derrotas, en 143 encuentros. Solamente en Alemania del Norte 1972 (Plata), Corea 1988 (Bronce) y Grecia 2004 (Bronce) no han terminado en el primer lugar en la historia de los Juegos Olímpicos.