María Isabel Moya || @MarisabelMoya
Con una flamante sonrisa y una técnica impecable, Simone Biles deslumbró a todos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en lo que fue su debut en esta competición. Un total de cuatro medallas de oro y una de bronce la proclamaron la reina de la Gimnasia Artística.
Desde que hizo su primera aparición en el segundo día de competencia en la ciudad carioca, Simone Biles demostró que había asistido a Río con el objetivo de proclamarse como la mejor. Ese día obtuvo el primer lugar en tres de los cuatro aparatos (suelo, viga de equilibrio y salto en potro) que exige la competencia para la Gimnasia Artística Femenina, solo quedó fuera de los primeros lugares en barras asimétricas.
Pero toda esta genialidad no tomó como sorpresa a sus seguidores. La estadunidense, de 19 años de edad, previo a los Juegos Olímpicos, consiguió sumar 10 títulos mundiales, convirtiéndose en la primera gimnasta en la historia en ganar tres campeonatos mundiales consecutivos en el programa completo.
Su participación en Río la dejó con el oro en General por equipos, General individual, Salto en potro y Suelo, además de obtener bronce en viga de equilibrio.
Sin embargo, la vida de Simone Biles no siempre fueron momentos de felicidad. Con tan solo tres años de edad, las autoridades del servicio social de Ohio le quitaron la custodia de Simone y sus tres hermanos a su madre Shanon Biles por estar sumida en el mundo de las drogas y el alcoholismo. Desde ese momento la estrella de la gimnasia fue adoptada por su abuelo materno y su esposa.
Cinco años después de ese difícil momento, Simone Biles fue descubierta por su actual entrenadora Aimee Borman, con quien empezó un camino de dedicación y arduo trabajo en la Gimnasia Artística, que hoy la llevó a la gloria deportiva.
Las expectativas con Simone Biles para el futuro son gigantes, puesto que a su corta edad podría disputar, quizás, tres ciclos olímpicos más y catapultarse como una de las mejores atletas de la historia, a niveles de Michael Phelps o Usain Bolt. Sin embargo tras esta posibilidad afirma: “No soy la próxima Usain Bolt o Michael Phelp, soy la primera Simone Biles”.