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Ganar una medalla oro en los Juegos Panamericanos representa un gran logro deportivo para cada uno de los atletas que cumplen sus sueños e inician el recorrido a las olimpiadas, pero implantar una marca invita a pensar en aquella idea heroica de la epopeya de Homero la Ilíada, donde la existencia del hombre radica, en que su nombre será recordado por siempre.
Y tal es el caso de Donald Quarrie, jamaiquino campeón olímpico en Montreal 1976 en los 200 metros planos, que llegó a los panamericanos de Cali 71 como una promesa en esa distancia, y alcanzó su cometido al implantar un record de 19.86 segundos que perduró por 44 años, hasta que su compatriota Rasheed Dwyer lo destronó en Toronto con 19.80, y terminar con la marca más antigua de los juegos.
Colombia superó todas expectativas en Canadá, y Leidy Solis remacó con letras doradas la historia de su país en la halterofilia en los 69 kilogramos, la “cafetera” logró tres records panamericanos al levantar 111 kilos en el arranque, 145 en el envión y 256 en total,y ganar con extrema “facilidad” a todas su oponentes.
El norteamericano David Oliver superó todos los obstáculos e implantó un record en los 110 metros con vallas al parar el cronometro en 13.08 segundos, pero en las distancias largas también se batieron marcas Ashley Higginson en los 3.000 metros, la mexicana Brenda Flores en los 10.000 metros planos y en el maratón la peruana Gladys Tejeda se colgó la de oro con un tiempo de 2:33:03, batiendo el anterior registro de la brasileña Adriana da Silva en más de dos minutos 2:36:37.
En total en Toronto se rompieron 80 marcas panamericanas en levantamiento de pesas, tiro con arco, ciclismo de pista, natación, atletismo, tiro y aguas abiertas, Venezuela no logró romper ni ninguna marca.