Los Giants han comenzado otra campaña a los tumbos. Y ello augura cambios en el equipo.
Por sexta vez en siete años, Nueva York tiene una foja de 0-2. El fin de semana, viajará a Florida para enfrentar a los Buccaneers de Tampa Bay (1-1).
Y los pronósticos de las casas de apuestas ponen en desventaja a los Giants por seis puntos y medio.
Mientras más tiempo dure la mala racha, más probable será que el entrenador Pat Shurmur relegue al banquillo al quarterback Eli Manning, de 38 años y considerado un héroe de la organización. Su lugar sería ocupado por el Daniel Jones, la sexta selección general del draft.
Shurmur generó especulaciones acerca de que ese cambio podría ocurrir el próximo fin de semana. El lunes, no quiso comprometerse a que Manning será el titular.
Manning está consciente de que Jones representa el futuro del equipo. Sin embargo, el veterano se niega a especular sobre qué sentirá cuando lo reemplacen. Por ahora, trata de enfocarse en esta semana.
"Evidentemente, desearíamos haber ganado un partido", comentó. "Sentimos que hemos trabajado duro y que estamos preparados. Tenemos muchas cosas por hacer, no sólo jugar lo suficientemente bien como conjunto para anotar puntos a la ofensiva".
La realidad es que los Giants no están jugando con la eficacia requerida para ganar. El ataque ha producido 31 puntos. La defensiva ha permitido 63 y ha promediado 441 yardas aceptadas por encuentro.
Incluso el pateador Aldrick Rosas, elegido al Pro Bowl, falló un intento de gol de campo el domingo, tras convertir 32 de 33 la temporada anterior.
"A nadie le gusta perder. Todos deberían estar molestos por el hecho de que estemos perdiendo", opinó el linebacker Alec Ogletree. "Tenemos una oportunidad de seguir trabajando y escribir nuestra propia historia. Todos van a descartarnos prácticamente después de tener un récord de 0-2. Sabemos lo que necesitamos hacer en este vestuario. Tenemos que hacer el trabajo, y eso depende de nosotros". / AP