Cuando los Chiefs salen de cacería, ninguna presa está a salvo. Los Bengals lo aprendieron de la peor manera.
Los Chiefs despejaron cualquier duda sobre el desenlace de este encuentro con su primera marcha ofensiva del partido. Una serie que recorrió 95 yardas, cada una de ellas para exprimir lentamente la sensación de esperanza que albergaban los Bengals. Mahomes coronó la serie con su pase de touchdown de seis yardas a Hunt que abrió la llave de puntos y nunca más mirar atrás.
Mahomes hilvanó su sexto encuentro de más de 300 yardas al completar 28 de 39 envíos para 358, como parte de una actuación de 551 yardas totales de la ofensiva de Kansas City ante unos indefensos Bengals.
Cualquier oportunidad que tuvo Cincinnati se difuminó en su tercera serie ofensiva. Abajo 7-0 en el marcador, Clayton Fejedelem soltó un balón en un “engaño” de despeje, dejándole el balón en la yarda 32 a los Chiefs, desde donde Mahomes encontró nuevamente a Hunt para un touchdown que dio rumbo al encuentro.
Nadie tuvo un domingo más cómodo que Dustin Colquitt, el pateador de despeje de los Chiefs que cobró su cheque por uniformarse sin tener que pisar el campo. Kansas City no despejó en ninguna de sus nueve ofensivas, de las cuales seis finalizaron en puntos. Solo una intercepción, un gol de campo fallado y una pérdida por downs con el encuentro decidido pudieron frenar a los los Chiefs.
Los Bengals, que hilvanaron su segunda derrota y perdieron la cima del Norte de la AFC, tuvieron una noche miserable. La ofensiva comandada por Andy Dalton, que llegó al juego como la sexta mejor de la NFL, solo concretó 239 yardas totales. Dalton completó 15 de 29 envíos para 148 yardas, un touchdown y una intercepción que Ron Parker devolvió 33 yardas para colocar el marcador 38-7 a inicios de la segunda mitad.
Hunt finalizó con 86 yardas en 15 acarreos, incluyendo uno de dos yardas a las diagonales, y sumó cinco recepciones para 55 yardas, dos de ellas para anotación. Tyreek Hill y Demetrius Harris también tuvieron atrapadas de touchdown para borrar cualquier sabor amargo que quedara después de perder su marca perfecta el fin de semana anterior. AS