Luis Suárez | Pablo Rondón | Manuel Vargas
Para la historia de Venezuela, la fecha 23 de enero del año 1958 significó un antes y un después en su destino político-social: El derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez por parte de un movimiento cívico-militar culminó con una dictadura de cinco años (1953-58), y dio pie a un nuevo panorama de cara al rumbo que tomó el país tiempo siguiente.
En el ámbito deportivo, esos 365 días resultaron favorables para la glorificación deportiva de muchos atletas de diferentes disciplinas.
Primer Guante de Oro para Luis Aparicio
Tras dos años de su debut en las Grandes Ligas con Medias Blancas de Chicago y hacerse el premio “Novato del Año” en su primera temporada, Luis Aparicio, único criollo inmortalizado en el Salón de La Fama del mejor béisbol del mundo, consiguió alzarse con el “Guante de Oro” de la Liga Americana, lo que desencadenaría que éste resultara galardonado con la misma distinción las cinco campañas siguientes (1958, 59, 60, 61, y 62).
“El grande” conseguiría nueve de estos lauros a lo largo de su exitosa carrera en Las Mayores.
Primera Copa del Mundo conquistada por la Selección de fútbol de Brasil
En los libros de historia del fútbol para ese año, ningún combinado nacional fuera del continente europeo había levantado el trofeo “Jules Rimet”, hasta que llegó una selección sudamericana que en sus filas tenía a un prodigio de 17 años que a la larga los llevaría a la gloria del deporte rey.
Brasil llegó a Suecia sin las expectativas suficientes para rozar lo más alto, pero Edson Arantes Do Nacimento haría estragos en las defensas rivales junto a grandes exponentes como Mario Zagallo, Didí y Garrincha, para catapultar a la canarinha hacia la final de dicha competición.
En el desenlace, los dirigidos en aquel entonces por Vicente Feola golearon 5-2 a la escuadra local con doblete del joven Pelé, un par de tantos de Vavá y uno de Mario Lobo Zagallo.
Dictadura Industrial
Mientras que en el país se percibía un ambiente de libertad, en el béisbol venezolano más bien iba en sentido contrario, cuando se instauraba la dictadura de Industriales de Valencia, club que obtendría en 1958 su segundo título en el circuito rentado ante Rapiños de Occidente y que sería el primero de los tres que logró consecutivamente, para ser considerado el primer “Tricampeón” de la LVBP.
Sería la segunda corona, de igual forma, para quien también tendría el lote de mánager hegemonico en la pelota criolla, pues hasta el sol de estos días, nadie ha ganado más campeonatos que él como estratega: el cubano Regino Otero.
Para ello fue necesaria en el campo la actuación estelar del recordado Emilio Cueche, que en el doble rol de lanzador y bateador fue decisivo: en el morrito lanzaría 109 innings y dos tercios, completando siete duelos, en donde ganaría ocho juegos y perdería cuatro, con 69 ponches, exhibiendo 3.86 de efectividad.
El fútbol de colonias vería a los lusitanos campeones
En plena era de clubes europeos en el incipiente campeonato de Primera División en Venezuela, el Deportivo Portugués, de la mano del entrenador brasileño Orlando Fantoni, uno que si supo ganar en el país, alcanzó su primera estrella en el balompié nacional.
Para ello totalizaron 11 unidades en ocho duelos, obteniendo el triunfo en cinco oportunidades, empatando en uno y cayendo par de veces, para superar al Deportivo Español, que lo escoltó con diez puntos. El goleador y figura fue René Irazque, que anotó seis dianas.
Fue el 26 de octubre, ya nueve meses después de la caída del dictador Pérez Jiménez, cuando gritaría campeón el Portugués, tras batir 2-0 al Danubio en Caracas.
Por tercera vez reyes de Europa
La Copa de Europa ya se estaba consolidando como una competición seria en el viejo continente y en ese 1958, cuando corría su tercera edición, volvería a ver coronado al mismo que las dos anteriores: El Real Madrid. El conjunto blanco supero con facilidad todas las eliminatorias hasta llegar a la final. Ante el Royal Antewerp (Bélgica) en octavos, contra el Sevilla (España) en cuartos, y ante el Budapest Vasas (Hungría).
En la final les tocó un duro duelo contra el AC Milan, en el que los rossoneri se alentaron hasta en dos ocasiones en el marcador durante los 90 minutos, gracias a Pepe Schiaffino (59’) y Ernesto Grillo (77’); pero el empate madridista llegó siempre, primero por Alfredo Di Stéfano (74’) y luego por Héctor Rial (79’). Finalmente, sería Paco Gento (107’) quien definiría las cosas en el tiempo extra para darle a los merengues su tercer trofeo consecutivo de la competición.
Los Yankees se levantaron para ganar
Para 1958 los Yankees de Nueva York estaban en pleno apogeo. Confirmados como el equipo a vencer, con hombres como Mickey Mantle, Yogi Berra y Whitey Ford, dirigidos por Casey Stengel. El equipo de la Gran Manzana tendría unos años que después serían como una dinastía de puros triunfos; no obstante justo un año antes habían perdido la Serie Mundial contra los Bravos de Milwaukee, pero en ese 1958 era el turno de la revancha.
Con el mismo récord en la temporada regular (92-62), tanto los Yankees como los Bravos habían llegado al Clásico de Otoño, aunque en las quinielas el conjunto neoyorquino no lucia como favorito y los primeros partidos lo confirmarían. Los Yankees se lucirían en su último encuentro en la Ciudad que nunca duerme obteniendo un gran triunfo antes de volver al norte y allá vencer a los de Milwaukee en los dos últimos partidos