Una vez superada la primera jornada de descanso de la 71 Vuelta a España, la lucha por el liderato y el jersey rojo de los dos grandes favoritos, el que lo luce, el colombiano Nairo Quintana (Movistar), y el británico Chris Froome (Sky) ha comenzado en la cima cántabra de Peña Cabarga.
Froome ha podido rebañar unos segundos -aunque hayan sido como consecuencia de las bonificaciones que se dan a los tres primeros de cada etapa- al líder real y su rival más directo en la lucha por la victoria en la carrera española. Una prueba que ambos ansían ganar, aunque hasta ahora se les ha resistido y en la quieren sacarse la espina que tienen clavada.
Eusebio Unzúe, director del Movistar, ya dejó claro en tierras asturianas que el escenario que contemplan en su formación para que Nairo Quintana tenga opciones de ganar la Vuelta es que llegue a la contrarreloj individual del antepenúltimo día en Calpe (Alicante) con, al menos, dos minutos y medio sobre Chris Froome.
"Sabemos que mientras Nairo no tenga una ventaja mínima de 2:30 minutos el líder virtual de la Vuelta es Froome. Por eso debemos aprovechar cada día para aumentar la ventaja", confesó tras el sosegado análisis que permite la jornada de descanso. De hecho su pupilo incluso elevaba un poco más el listón al pedir "tres minutos" a su favor para poder pensar que puede convertirse en el segundo colombiano que gana la Vuelta.
Sin embargo, esa condición de líder virtual que le concede su equipo rival Froome no la acepta y les ha devuelto el guante sin dudarlo.
"Movistar tiene al líder y al tercero en la general. No nos corresponde a nosotros asumir el liderato, es su responsabilidad", ha zanjado. Su equipo tampoco está tan mal, él es segundo y su compañero de formación, el checo Leopold Konig es sexto.
Por ello, conjunto azul marino y verde ha asumido que sobre ellos descansa la responsabilidad de defender el maillot rojo. Una prenda que sin embargo cedieron con alegría en el Alto del Naranco porque "es lo que queríamos", como confesaron al unísono Alejandro Valverde y Quintana, un día antes de afrontar la ascensión a los Lagos de Covadonga en la que la recuperaron.
A pesar de todo en la undécima etapa han contado con la inestimable colaboración de la formación amarilla y azul que lidera Alberto Contador, el Tinkoff. El madrileño es consciente de que ha perdido ya mucho tiempo y que para intentar volver a ganar una prueba en la que contabiliza sus tres participaciones con otras tantas victorias debe endurecer la carrera hasta el límite de las fuerzas de todos sus adversarios.
Contador ya ha dejado claro que en las etapas "unipuerto" no tiene terreno para intentar sorprender y por ello en el llano previo, aunque jalonado de innumerables sube y bajas, a Peña Cabarga ha enfilado al pelotón durante la mayor parte de la jornada con un ritmo endiablado que ha llevado a firmar una media de 44,309 kilómetros por hora.
Al madrileño nadie le da por enterrado. La memoria de su histórico ataque en 2012 camino de Fuente Dé, en estas mismas tierras cántabras, para desbancar a Joaquím "Purito" Rodríguez, sigue viva.
EFE