Con tan sólo seis semanas por delante para mantener el lugar del boxeo en los Juegos Olímpicos de 2020, el nuevo presidente interino del órgano regulador de ese deporte se encuentra ahora en la ciudad sede del Comité Olímpico Internacional (COI) para las últimas rondas de cabildeo.
Médico de ring por muchos años, Mohamed Moustahsane subió al escenario el mes pasado como el líder temporal de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) luego que el presidente electo, Gafur Rakhimov, se hiciera a un lado.
La aparición de Rakhimov en una lista de sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presuntos vínculos con el tráfico internacional de heroína, los cuales él ha negado es parte de una investigación del COI que evalúa el sitio del boxeo en el programa de los Juegos de Tokio, y el derecho de la AIBA a dirigir el deporte.
“El señor Rakhimov hizo un gran trabajo desde que fuera el presidente interino (en enero de 2018) y le agradecemos por eso”, declaró el viernes Moustahsane a The Associated Press. “Pero ahora la AIBA está avanzando”.
El médico marroquí indicó que aún no se ha reunido con Nenad Lalovic, el miembro de la junta del COI que preside una pesquisa de tres miembros, ni con el presidente del COI, Thomas Bach.
“Confiamos en que están trabajando por el mejor interés del deporte”, declaró Moustahsane en entrevista.
Dos plazos pesan mucho sobre el futuro inmediato de la AIBA.
En noviembre, la junta de Bach de antemano decidió congelar la planeación de los torneos de boxeo varonil y femenil en Tokio y prohibir que funcionarios de la AIBA contacten a los organizadores en Japón.
La AIBA también podría ser dada de baja formalmente de su afiliación al COI en su encuentro anual del 24 al 26 de junio, en Lausana. AP