"Mike Tyson eso es lo que me hubiera gustado ser porque el otro que me gustaba era Ray 'Sugar' Leonard, un imposible porque era demasiado rápido", dijo hoy a Efe el dirigente deportivo.
Después de confesar que admiraba el excampeón mundial gallo mexicano Carlos Zárate, a quien saludó en el cuadrilátero cuando era niño, Sulaimán confesó que su gran deseo fue siempre ser un pugilista de primera, pero su padre no lo dejó y además no tenía talento.
"Me faltó de todo, pegada no sé. Lo practiqué desde los ocho hasta los 15 años pero luego me fui a estudiar la preparatoria fuera, también jugaba béisbol, como lanzador, tercera base o receptor, hasta que me vi en la obligación de irme a estudiar", aseveró.
Sulaimán, hijo del anterior presidente del CMB, José Sulaimán, heredó el cargo de su padre a inicios de 2014, en ocasiones se ha dejado fotografiar con los guantes puestos y siempre habla de su pasión por el pugilismo y sus encuentros con campeones de años atrás a los que conoció por intermedio de su padre.
"A veces sueño que estoy encima del ring, es el sueño que no se me cumplió; otras veces me muevo como peleador, hago fintas con mis hijos o cuando estoy viendo un combate", añadió.
El directivo, de 47 años, estimó que practicar el boxeo es algo reservado a algunos elegidos con hambre de todo tipo, corazón, coraje y disciplina y no cualquiera puede salir adelante en el deporte de los puños.
"Yo era bueno para los golpes, pero soy un hombre de paz y me ha tocado más separar pleitos; abajo del ring veo las peleas como actos de violencia y no me gustan los pleitos callejeros. Los pleitos deben ser encima del ring", confesó. EFE