La Unión Ciclista Internacional (UCI) difundió un comunicado para confirmar oficialmente que “el sábado 30 de enero de 2016 se descubrió un motor disimulado en una bicicleta, en los controles efectuados durante la carrera femenina sub-23 de los Mundiales de ciclocross”. Sin citarla, la UCI se refiere a la belga Femke van den Driessche.
En el mismo comunicado, la UCI informó de la apertura de un expediente por “fraude tecnológico”. La Comisión de Disciplina “escuchará a todos las partes implicadas en próximas semanas”. Este órgano es el encargado de imponer sanciones en caso de que se confirme la violación del reglamento.
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