La polaca Anita Wlodarczyk, hasta subcampeona olímpica y mundial de martillo, consiguió su primer título global con abrumadora superioridad sobre sus rivales aunque, con un mejor tiro de 80,85 metros, no pudo satisfacer, por 23 centímetros, las expectativas de récord mundial.
Los aficionados chinos contribuyeron con sus gritos de ánimo al segundo puesto de Wenxiu Zhang (76,33), y la medalla de bronce fue para la francesa Alexandra Tavernier con 74,02.
Con Wlodarczyk en acción, la final femenina de martillo era una de las oportunidades más claras de que los Mundiales de Pekín arrojaran un récord del mundo, que otorgaba un premio adicional de 100.000 dólares (junto a los 60.000 de la victoria).
Sólo hacía 26 días que la lanzadora polaca había roto, por primera vez en la historia, la barrera de los 80 metros con un tiro de 81,08 ante sus compatriotas en Cetniewo, y suyas son las seis mejores marcas del año. Sólo la alemana Betty Heidler se le aproximaba, si bien remotamente (75,73).
Wlodarczyk volvió a romper el muro y por dos veces. En el tercero lanzó 80,27, alejándose casi cinco metros de la entonces segunda, la china Weenxiu Zhang (75,91) y dejando sentenciado el concurso. Ya había batido el récord de los campeonatos, de la rusa Tatyana Lysenko con 78,80, y sólo quedaba la incógnita de cuál sería su marca ganadora definitiva.
En el cuarto la polaca alcanzó su máximo rendimiento (80,85) y luego fue a menos: 79,31 y un nulo de cierre. EFE
2015-08-27