El mundial femenino que se desarrolla actualmente en Australia y Nueva Zelanda marca sin lugar a duda la consolidación de la disciplina en el orbe. Seguro, que para muchos puede ser una aseveración atrevida, pero son varios los puntos que demuestran está teoría.
El primer aspecto y que no admite dudas es la asistencia a los parques que se disputa en los países de Oceanía. Antes del partido de octavos de final entre Estados Unidos y Suecia en Melbourne, 1.339.331 personas habían asistido a los estadios. En pocas palabras ya se había superado lo ocurrido durante el torneo de 2015 en Canadá (cita que había tenido la mayor cantidad de público), en cuanto a aficionados que van a los escenarios y todavía falta la parte cumbre del torneo.
Por otra parte, las transmisiones han sido un éxito, inclusive en América, con todo y lo que significa la diferencia horaria las personas han seguido el campeonato por diferentes plataformas. Por supuesto, con la destacada actuación que ha tenido la selección de Colombia, el país neogranadino es el país de Conmebol que más personas han visto este certamen.
En los anteriores campeonatos era un grupo reducido de países que dominaban la escena. En esta cita, son interesantes observar la gran cantidad de combinados que aparecen en escena con chance de llegar a instancias finales. Los conjuntos tienen un claro concepto de a que juegan. El caso más notorio es sin lugar a duda ha sido Japón, una selección que deleita a la retina por el buen juego que despliega durante todos los encuentros
Por otra parte, son cada vez más conocidas las grandes estrellas de la disciplina. No solo son nombres como Megan Rapione, Alex Morgan, Alexia Putellas y Sam Kerr son mencionadas por todos. Ahora se habla de la colombiana Linda Caicedo, la japonesa Hinata Miyazawa, la jamaiquina Khadija Shaw y la australiana Hayley Raso entre otras, quienes irrumpen en el firmamento del fútbol.
La copa entra en su instancia decisiva, y no cabe la menor duda que ahora vienen los juegos más vibrantes y con ellos la mayor emoción. Vale la pena verlos como continúa el desarrollo de las damas en el deporte rey, algo que sin lugar a duda va ser inspiración para que las niñas se acerquen a la disciplina.