Malestar e indignación en los vecinos, automovilistas, peatones y ciclistas han causado los preparativos que se realizan en las calles de la capital chilena para recibir el próximo 3 febrero una carrera de la Fórmula E.
El evento automovilístico dispondrá de 1.350 muros de contención con los que se delimitará la pista completa, sobre los cuales se instalará una reja de alta tecnología de 2,5 metros de altura con el fin de encapsular la pista.
Esta instalación ya ha causado más de un dolor de cabeza a los habitantes de Santiago, muchos de los cuales han hecho ver su discrepancia con este evento deportivo, que en otras capitales del mundo ya ha dejado de celebrarse.
Uno de los más indignados es Diego Matte, el director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, ya que a pocos metros del frontis del recinto se han instalado estructuras metálicas que servirán de gradas durante la carrera.
"Queremos realizar esta denuncia ya que no es aceptable que en una explanada que se denomina Plaza de las Artes se realicen este tipo de instalaciones, más aún siendo un edificio inmueble de conservación histórica y zona típica", apuntó hoy Matte.
Explicó que al deterioro del Parque Forestal -por donde también pasarán los automóviles- se suma el enrejado de Plaza Italia, de la Alameda, y este "atentado" a la orquesta, al teatro y a la Universidad de Chile.
"Es un triste espectáculo para todos los vecinos de Santiago y la comuna de Providencia, quienes tendremos que ver cómo con vallas metálicas se deteriora y empobrece nuestra ciudad", argumentó.
Hace un par de meses los vecinos del sector Lastarria, cerca del Parque Forestal, recibieron con preocupación la noticia de la llegada a Chile de la carrera de Fórmula E a una de las zonas más típicas y emblemáticas del centro de Santiago.
Los habitantes de la zona recordaron que el Parque Forestal es uno de los pocos lugares "verdes" de Santiago y que con su uso actual se encuentra ya en absoluta decadencia.
"Árboles nativos que se están muriendo, espacios de césped totalmente quemados, arbustos secos, y uso desmedido de gente que viene a realizar verdaderos pícnics los sábados y domingos y ahora, para remate, la realización de una carrera en una zona declarada patrimonio histórico y zona típica", señalaron en una carta.
Acusaron que para sorpresa de los vecinos, las cartas que se enviaron reclamando por la realización de dicha carrera automovilística no tuvieron ningún resultado "porque el evento ya estaba cocinado".
El intendente (gobernador) de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, ha salido a defender varias veces el evento deportivo pero no ha encontrado eco en la ciudadanía y menos en los automovilistas, que han visto que los atascos que ya sufrían diariamente se han multiplicado en los últimos días.
En opinión de Orrego, el descontento tiene que ver con el desconocimiento y con cosas que se han ido cambiando. "La verdad es que no se tocará ningún adoquín, ningún árbol ni ninguna luminaria. Las gradas tampoco se instalarán en el parque ni en el pasto, estará la prohibición de afirmarse de cualquier árbol entonces el lugar no se verá afectado", sostuvo.
Explicó que ya comenzaron los cortes de tránsito en una decena de avenidas principales de la capital, ya muy concurridas en un día habitual. También varios deportistas catalogaron de "brutal" y "excesivo" los dos millones de dólares que el Gobierno ha destinado para la financiación de esta prueba.
Los que más reclamaron fueron varios pilotos de rally que aún no entienden por qué el Gobierno decidió dejar en 2015 de recibir el Dakar pero ahora gasta dinero en esta prueba.
La carrera se realizará el próximo 3 de febrero en las calles de Santiago, ciudad que se unirá a Hong Kong, Roma, París, Nueva York y Berlín como una de las 11 paradas del campeonato que cuenta con escuderías de marcas como Jaguar, Citroen, Mahindra, Audi y Renault. EFE