Hubiera preferido ganar, lógicamente, veinte años después en el mismo escenario en el que logró su primera victoria, pero le supo a gloria a Valentino Rossi el segundo puesto de Brno.
-Buen segundo.
-Te ha gustado, ¿eh? ¿En qué posición he llegado a rodar?
-Decimotercera. ¿Cómo ha sido?
-El inicio ha sido un desastre. La goma dura detrás no la había probado nunca y era muy diferente. Esperaba un poco menos de diferencia respecto a la blanda. Era preocupante que las Yamaha sufrían mucho con la goma blanda y, cuando he dado la vuelta de reconocimiento, he entendido que necesitaría cuatro o cinco vueltas, porque la rueda ya comenzaba a patinar y cuando arrancas así no puedes acelerar bien a la salida de las curvas. Me esperaba un cambio de moto en el box para mitad de carrera, pero sabía que con la blanda no podría ni hacer diez vueltas. Mi técnico de Michelin estaba de acuerdo conmigo y hemos tomado ese riesgo de poner el duro detrás. Ha salido bien y estoy contento, porque no visitaba el podio desde junio. Ha sido un periodo en el que he cometido errores y he tenido mala suerte, perdiendo muchos puntos con la caída de Assen y con el error de Alemania. Es importante volver al podio y recuperarle puntos a Lorenzo.
-¿Qué sentía viéndose tan atrás al principio?
-Sabía que tenía que mantener la calma y pilotar lo mejor posible. A mí me gustan las situaciones así, porque me he encontrado muchas veces así. Por un lado te preguntas qué puedes hacer cuando te pasan tantos, pero por otro lado, lo bueno era que estaba detrás pero podía ver a todos los que tenía delante, porque nadie se escapaba. Luego, cuando he comprendido que no sería necesario cambiar de moto, he entendido que podría tener una ventaja hasta el final. Y me ha dado mucho gusto pasar a tantos pilotos por todas partes. Necesitaba mantener la calma.
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