Pablo A. Rondón M. || @PablinhooAlee
Un 29 de diciembre de 2013 ocurriría un fatal accidente para Michael Schumacher, y no, no fue en un automóvil, de los cuales piloteó a lo largo de toda su vida y en 21 años corriendo dentro de la Fórmula Uno, sino en un paseo familiar para esquiar en los alpes franceses, donde ocasionó graves daños a su cráneo, de los cuales aún no ha podido recuperarse.
Desde entonces, el siete veces campeón de la categoría reina del automovilismo ha decidido mantener en íntimo su estatus, por ende la poca información existente al respecto de salud, una vez fue permitido ser internado en su hogar, la mansión que posee en Gland, Suiza.
“Sufría un traumatismo craneoencefálico grave con coma a su llegada que ha requerido una intervención quirúrjica inmediata”, fue lo que estableció el parte médico que realizó el Centro Hospitalario de Grenoble, el cual recibió al alemán desde ese fatídico momento.
Después, Jean-François Payen, el doctor que lo atendió durante los nueve meses en los que estuvo internado en el hospital de la localidad francesa, realizó el diagnóstico donde determinaba que la recuperación pudiera darse en tres años, pero eso fue en junio del 2016, cuando ya aculaba 30 meses del altercado y había pasado por un coma, del cual salió en 2014.
Michael Schumacher compitió desde 1991 hasta el 2012 en la Fórmula Uno, coleccionado siete gallardetes, dos con Benetton y cinco con Ferrari, obteniendo 91 triunfos y levantando 155 trofeos, amén de quedar en las posiciones que comprendían el podio durante cada Gran Premio.
La situación no está nada clara pero lo que sí es notorio es el petitorio de todo el mundo de la Fórmula Uno en que el ‘káiser’ pueda volver a aparecer, ya sano.