El alemán Sebastian Vettel (Ferrari), que este domingo perdió el liderato del Mundial de Fórmula Uno en favor del inglés Lewis Hamilton (Mercedes) al acabar tercero el Gran Premio de Italia, en Monza, dijo que fue "tercero", pero que "en este podio te sientes como el rey del mundo".
Vettel, cuádruple campeón del mundo (2010-13, con Red Bull), que hace una semana renovó hasta 2020 su contrato con Ferrari y ahora es segundo en el Mundial, con 235 puntos, tres menos que Hamilton, fue aclamado por los 'tifosi' cuando recogió su trofeo en el podio de Monza, 'territorio ferrarista' por excelencia.
"Tengo que darles las gracias a todos los 'tifosi' por esas muestras de cariño. Sé que acabé tercero, pero en ese podio te crees el rey del mundo", declaró 'Seb', nacido en Heppenheim hace 30 años, el la conferencia de prensa posterior a la carrera.
"Hoy nos faltó la velocidad y no puedo estar contento, pero soy optimista, porque sé que tenemos un gran coche. Creo que estaremos bastante mejor las próximas carreras", opinó Vettel, 46 veces vencedor en Fórmula Uno, la primera de ellas en 2008, en esta pista y a bordo de un Toro Rosso, escudería para la que consiguió la única victoria de toda su historia.
"Sobre el papel, hoy debería ser un día negro para nosotros, pero la gente nos ha dado tanta fuerza, que al final acabas contento", explicó el alemán.
"Toda esta gente me da fuerza, ímpetu y esperanza", comentó Vettel, que este año logró cuatro triunfos, en los Grandes Premios de Australia (en Melbourne), Bahrein (en Sakhir), Mónaco (en Montecarlo) y Hungría (en el Hungaroring, en las afueras de Budapest).
"Al final lo tuve apretado con Daniel (Ricciardo, australiano de Red Bull), algo me fallaba con la dirección, no sé qué era, pero parecía que se había roto algo", dijo el 'capitán' de Ferrari, escudería que gano en Monza por última vez en 2010, gracias al español Fernando Alonso.
"Pero al final me bastó para subir al podio y me conformo, porque los momentos vividos ahí arriba han sido indescriptibles", manifestó Vettel este domingo en Monza. EFE