Era la vuelta 35. Hamilton se pasó de frenada en la curva 7, la misma en la que tantos problemas había tenido el sábado, y Raikkonen aprovechó la oportunidad para pasarle. El finlandés había estado toda la carrera detrás de la aspiración de Lewis y con ese movimiento pisaba el podio, pero 12 giros después Ferrari le alejaría de él. Picaron el anzuelo de Mercedes y le pararon una vuelta después que Hamilton para cambiarle sus gomas blandas una tercera vez cuando podía haber llegado con ellas al final.
Un error que seguramente le costó el tercer puesto a Kimi, que al menos podría haber defendido su posición ante Lewis en un final más rápido para el de Mercedes. Sin embargo, en la Scuderia no lo ven así. Creen que hicieron lo adecuado. "La decisión fue correcta. Si hubiéramos mantenido el neumático quizá habría sufrido una enorme degradación y habría sido un desastre enorme. Decidimos en base a nuestros datos y ahora lo que hay que comprobar es si tenían razón", explica Maurizio Arrivabene.
Para calmar la decepción de su piloto, el italiano elogió su actuación en Marina Bay: "Kimi estuvo muy bien, demostró que no es un campeón del mundo por nada". Aunque, lógicamente, Raikkonen se fue con ganas de más: "Lo podríamos haber hecho mejor. Pude pasar a Lewis, pero se las arreglaron para ponerse delante de nosotros otra vez, por lo que perdí el puesto. No había mucho que pudiera hacer. Por supuesto que podríamos haber llegado al final, pero siempre es muy fácil hablar después".
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