Manuel Vargas/@MA_Vargas7
Real Madrid se convirtió en el campeón de Europa por undécima vez en su historia en un partido que no fue un despliegue táctico (aunque algo tuvo), pero la emoción estuvo presente desde el minuto uno hasta el penalti final.
La clave del partido pasó en cada uno de los “instantes” que marcaron el devenir del mismo. Porque fueron esos instantes los que cambiaron todos los guiones que pudieran haberse escrito, presentando una magnifica final.
La habilidad del Madrid para atacar y la del Atlético para defenderse era lo que se esperaba, pero todo se trastocó con la pelota parada y el gol de Sergio Ramos. La mayor cantidad de ocasiones de peligro de los blancos venían de un córner o de una falta, de hecho de una falta cobrada por Kroos llegó el tanto del central andaluz, el primer instante del partido fue ese.
El balón parado fue un peligro constante pero lo fue a ráfagas, las cosas cambiaron y el Madrid comenzó a depender de la contra, no como táctica, si no empujado por un gran conjunto rojiblanco.
El que atacó fue otro
Los colchoneros quedaron aturdidos, pero cuando parecía acabado surgieron de sus inseguridades para imponerse en el juego. Las figuras de Casemiro, que se convirtió en el mejor del Madrid y del partido, y de Kroos se hacían grandes, pero era por cortar balones y defender (más el brasileño) no por atacar.
El esférico lo dominaban los indios, aunque poco hicieron con él, porque siempre las oportunidades claras las tenían sus vecinos de la capital, pero desmontaron ese mote de “equipo ultradefensivo y sin ataque”. Saben defender muy bien y cuando quieren pueden arrinconar al rival con buenos ataques.
Gabi se alzó entre todos y de sus recuperaciones nacían ataques que sus compañeros no aprovechaban. El capitán de los rojiblancos fue el “Casemiro del Atleti” y uno de los que más se esforzó por voltear el marcador.
Cambios y el penal errado
Las figuras eran dos Casemiro y Gabi, con Bale y Kroos muy cerca, pero otros dos “instantes” se dieron nada más empezar la segunda parte: la entrada de Yanick Ferreira Carrasco y el penal de Pepe a Torres.
El belga se convertiría en la estrella de su equipo (con Gabi detrás) durante el resto del choque, pero antes de eso Griezmann erraría una pena máxima que hubiera supuesto el empate en el marcador. En los momentos grandes, los grandes jugadores saben responder y aquí el francés falló estrepitosamente.
Los dirigidos por Zidane vieron como se iba Carvajal, lesionado y llorando desconsolado, y entraba Danilo, este fue otro de los “instantes”. Zidane fue muy criticado por los cambios, pero al ver el transcurrir del encuentro se entienden todos: primero, la lesión de Carvajal te condiciona y te quita un cambio ya planeado; segundo, Kroos ya estaba quedando sin gasolina y la entrada de Isco era necesaria; finalmente, la entrada de Lucas Vázquez pudiera haber sido por otro en ataque o esperar más, ya que le hubiera quedado otro cambio de no existir la lesión del lateral derecho, pero tuvo que entrar por un Benzema agotado.
El gol de Carrasco
Otro de los “instantes” fue el gol de los colchoneros. El ataque incesante del equipo y el buen hacer de Carrasco dio un empate muy merecido a los del “Cholo” Simeone. El belga le hizo pasar una tarde muy mala a Danilo que se vio desbordado completamente por el jugador del Atlético.
Simeone ya lo había dicho: “Carrasco será importante. No sé si desde el minuto uno, en el segundo tiempo o al final, pero será clave en el partido”. Carrasco no quiso defraudar a su entrenador y le dio la razón completamente.
El resto del choque, y en el tiempo extra, dejó señales de que ambos buscaban la pena máxima, aunque el Atlético no lo aceptó hasta el segundo tiempo extra, por lo que atacó con ahincó y cuando se escapaba el Madrid recurría a las faltas, sin embargo fueron las oportunidades de los merengues que las que eran más claras, con Bale y Cristiano Ronaldo desaprovechándolas.
El momento de la verdad
Los grandes futbolistas están hechos para los momentos importantes y eso quedo muy remarcado en la final de Champions ente merengues y colchoneros. Juanfran, magnifico lateral y de gran labro durante todo el partido, quedó en la historia al estrellar en el poste el su tiro penal; por su parte Cristiano Ronaldo sin brillar durante todo el partido, más bien con participaciones esporádicas, supo aparecer en el “instante de la verdad” para darle el título al Real Madrid.
Cierto los penales son una lotería, pero cuando tienes especialistas es más fácil y allí la ventaja la tenían los blancos. La grandeza también se mide en estos instantes, además de cuando se juega y se participa en todo un partido; Cristiano lo ha demostrado porque de las dos formas ha sido importante en algún momento de su carrera y contra el Atlético fue en penales que se solicitó su presencia y apareció.
Una final de instantes en la que la diosa fortuna le sonrió al Real Madrid, en la que los blancos tienen un mérito enorme al demostrar una vez más que las finales se ganan sin importar como, la grandeza también radica en eso y los merengues sufriendo se impusieron ante un gran equipo. Al final, la jerarquía de uno hace que la “Orejona” se vaya a la capital española, pero vestida de blanco.
Domingo 29-05-2016