Héctor Rojas
@HectorRojas23
Una vez que pateó al arco y entró la pelota, lo primero que se debe tomar en cuenta es lo determinante que ha sido el galés Gareth Bale para el Real Madrid cuando su principal figura, Cristiano Ronaldo, ha vivido sus horas más bajas de toda la temporada debido a una lesión.
Para los anotadores era el cuarto gol de Bale en los últimos cuatro partidos del conjunto merengue, un tanto que los clasificaba para la final de la Liga de Campeones, aunque las estadísticas son modificables y en el entretiempo el gol se le retiró y le fue adjudicado al defensor del Manchester City, Fernando.
Saber realmente si es una decisión acertada o no es difícil saberlo, porque el protagonista del tanto no aclaró en sus declaraciones emitidas por AS si su intención era disparar al arco o centrar la pelota.
En la mayoría de estos casos, cuando un jugador dispara al arco, y el balón es desviado, se evalúa la intención del que patea y se le adjudica en su cuenta personal. Por el contrario, si su objetivo es centrar la pelota hacia otro compañero y el balón es desviado por un defensor que desafortunadamente la manda al fondo de las redes (Andrés Escobar con Colombia ante Estados Unidos en el Mundial de 1994), el gol es asignado al defensor y no al que centró.
En la jugada que le da la clasificación al Real Madrid, una vez que Bale recibe el pase de Dani Carvajal no se observa al galés levantar la mirada para centrar. Simplemente recibió la esférica y con su derecha disparó, para que el balón sufriera un leve desvío y terminara dentro del arco.
Es difícil determinar si su objetivo fue centrar la pelota a su compañero Jesé, quien caía por el segundo palo para rematar con la cabeza, o simplemente disparar al arco y vestirse de héroe como lo viene haciendo en los últimos encuentros. Lo cierto es que esto importa poco, cuando el resultado finalmente es el mismo: un gol que sirvió para que el Real Madrid trate de conseguir su undécima orejona de su historia.
2016-05-05