Manuel Vargas
La Vinotinto salió derrotada del CTE Cachamay por un 0-1, en un partido que iba derecho a convertirse en empate y terminó en las caras largas de todos los venezolanos.
El público criollo espera resultados que ilusionen con una posible clasificación al Mundial de Rusia 2018, ahora después de este primer partido de eliminatorias salen muy preocupados de cara al futuro.
Lo dijo Ramón Díaz, entrenador paraguayo, en la conferencia de prensa posterior al partido: "A nivel internacional no se pueden cometer errores, pesan mucho". El gol de los paraguayos se da posterior a un error de Oswaldo Vizcarrondo, que pasó el balón con el pecho a un Baroja que no se lo esperaba y que Derlis González terminó empujando a las redes. Pero ese falló, aunque es lo más resaltante, no tapa completamente algunos aspectos claves que dejó el partido.
Sanvicente mencionó que había que ser fuertes en casa, Venezuela veía acción en su patio y no pudo hacer valer su localía con puntos. Aunque en algún momento del juego se hizo el intentó de atacar, el resultado final de derrota vuelve a repetirse nuevamente. La sensación fue la de un equipo que no intentó hacer mucho y que falló en dos aspectos como la posesión (49% los locales y 51% los visitantes) y tambien en la cantidad de pases acertados, por lo que la impresión de que se dominó el choque, como se quiso hacer creer al final, no es respaldada por las estadísticas.
La calidad en ataque es otro punto que preocupa. Las ocasiones de gol escasean y las pocas que se crean no pueden ser finalizadas. Una selección que juega de local no puede hacer su primer disparo entre los tres palos a los 55 minutos de juego. Los atacantes no pueden transformar goles si no son surtidos de balones y al bajar estos al mediocampo no hay nadie en el área a quien pasar la pelota, si no se cumplen las funciones el ataque pasa a ser inexistente.
Venezuela tampoco termina de tener un sistema de juego ni un 11 definido que facilite el entendimiento de los jugaddores. La improvisación en cada jornada y el poco acierto en las apuestas no terminan de ayudar a Sanvicente a convencer a sus jugadores el juego que quiere implantar.
La defensa fue lo más acertado del encuentro, pero un equipo que solo defiende no puede aspirar a nada. El buen partido de Lucena, la correcta actuación de Cichero y la grata sorpresa de Jeffrén Suárez, no esconden un partido gris en el que ambos equipos hicieron pocos méritos (casi nulos) para ganar el partido. Concentrados en defender hicieron poco por atacar.
Finalmente, tampoco se termina de dar el paso generacional. Jeffrén Suárez entró bien al partido, lo que hace pensar: ¿por qué no se apostó a la entrada de Christian Santos también en el 11? Aunque Lucena hizo un gran partido ¿por qué no se apuesta por un Wilker Ángel que juega bien en el campeonato local?
El tiempo de improvisar ya pasó, pero no se pueden seguir apostando por jugadores que no dan resultados o por algunos que juegan bien pero ya avanzados en años, por otros que llaman fuerte a las puertas de la selección o piden a punta de goles la titularidad. Se habló de que muchos jugarían por méritos, pero no se está siguiendo esa premisa y siempre juegan los que no ven minutos en sus clubes o no pasan por un buen momento futbolístico.
El camino hacia Rusia es largo y a la vista (el martes) ya está Brasil, pero además de algunos puntos que preocupan con respecto a la selección, también queda la duda de si estas cosas se vieron y se pueden corregir. Sanvicente tiene trabajo porque de 14 partidos dirigiendo a la Vinotinto a encajado 9 derrotas, y si Venezuela quiere ir al Mundial las cosas deben mejorar y mejorar pronto.
Viernes 09-10-2015