Manuel Vargas
Mucho se puede analizar de la jugada que provocó el tanto de le selección paraguaya, pero hay algunos puntos que resaltan en el error que cometió Vizcarrondo y el fatídico desenlace para la selección nacional.
Vizcarrondo y la falta de atención
El gran problema fue la falta de seriedad con la que se tomó la jugada. Un error impropio de un central de la jerarquía y la experiencia de Vizcarrondo, que no puede descuidarse de esa forma.
Allí el defensor del Nantes debió dejarla pasar o tirarla a un lado, en lugar de confiarse y tomar un partido de eliminatorias como un entrenamiento más antes del partido. La falta de contundencia y la indecisión se vieron reflejados en el tanto que lazó por la borda el partido.
La falta de comunicación
Aunque la mayor parte de la equivocación corresponde a Vizacarrondo, Baroja tambien fue clave en la jugada del gol de Derlis González.
El guardameta del AEK Atenas tenía de frente la jugada y su error fue confiar en lo que haría su compañero. Pensando por el defensor concluyó que el central la dejaría pasar y se movió un poco para tener una mejor recepción del balón; en ese momento debió hablar con su defensa para pedir la pelota y tomar las riendas como un portero de jararquía. El trabajo de Baroja fue correcto, pero no se puede obviar su aporte en el gol guaraní.
El estado del césped
Si bien no se puede negar las mejoras en el campo de juego con respecto a los amistosos pasados, Sanvicente habló de un campo de "20 puntos", y eso fue algo muy lejano a la realidad.
En la jugada del único gol del partido la lluvia influyó en los resbalones de Baroja en su intento por evitar el tanto de la ventaja, pero los baches y lo mal que estuvo el engramado (empeorado por la lluvia) no dejaron que el balón viajara más rápido. Ni Vizcarrondo ni Baroja tomarón en cuenta el céped y esto también pasó factura.
Achicar la derrota a un error puntual (aunque muy costoso) no sería apropiado, porque el juego venezolano tuvo algunos aspectos postivos. Lo malo es que fallar en casa y contra una selección que, a priori, es un rival directo, pone muy cuesta arriba el sueño de llegar a Rusia 2018.