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Hipismo

El hipismo está vivo

Por Meridiano

Martes, 06 de diciembre de 2016 a las 07:30 am

Richard Quiñónez || [email protected]

El primero de mayo de 1971 el mundo deportivo, y en especial el hípico, miraba con asombro como un caballo que iba de Venezuela, entrenado y conducido por un par de desconocidos, ganaba el Kentucky Derby, la carrera más importante del turf norteamericano y una de las más relevantes del planeta, disputada en el mítico escenario de Churchill Downs.

La hazaña de Cañonero, Gustavo Ávila, Juan Arias y don Pedro Baptista es uno de los muchos momentos inolvidables que el hipismo nacional le ha regalado a los venezolanos y que forma parte del legado del deporte criollo.

Más de un siglo de historia

Se tiene señalado al año 1876 como el punto de partida del hipismo nacional. En esa fecha se inauguró el hipódromo de El Callao, en la antigua Angostura, a orillas del imponente Río Orinoco, gracias a los oficios de Antonio Liccioni, un empresario minero que ayudó a organizar las carreras a campo traviesa que ya se hacían con los equinos como protagonistas.

A partir de ese momento, el hipismo se fue ganando un espacio en la vida de los venezolanos. Luego llega a la capital del país, siendo en el hipódromo de Sabana Grande donde se instala por allá por 1896, un año después de la fundación del Jockey Club de Caracas en 1895.

El crecimiento demográfico y de la afición a las carreras de caballos demandó la construcción de una estructura más acorde con “los nuevos tiempos” y fue durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, en el año 1908, cuando se inauguró el hipódromo de El Paraíso, en los terrenos que hoy en día están frente al Instituto Pedagógico de Caracas, en la avenida José Antonio Páez.

La primera carrera disputada en el nuevo escenario la ganó el tordillo Ursus, propiedad de Eduardo Montalbán. El hipódromo era presidido por Gustavo J. Sanabria.

Del hipódromo de El Paraíso se recuerdan innumerables hazañas. El óvalo, de apenas 1.100 metros sirvió para el deleite de los caraqueños, quienes llegaban en tranvía hasta el lugar.

En 1910 se escenifica la primera edición del clásico Presidente de la República, con triunfo para Carabinero. En 1925 se disputa por primera vez el Clásico Fuerza Armada, con victoria para Bandolero, propiedad, nada menos, que del propio general Juan Vicente Gómez, quien junto con su hermano Juancho poseían una gran caballada.

Coche recibe un óvalo majestuoso

Las mismas razones que propiciaron la edificación del hipódromo de El Paraíso, dieron pie a la construcción del Hipódromo La Rinconada. El afamado arquitecto norteamericano Arthur Froehlich, el mismo encargado de diseñar el hipódromo Aqueduct en Nueva York, fue el artífice del proyecto.

El 5 de julio de 1959 abre las puertas una de las más importantes obras realizadas en el país, hoy día, patrimonio arquitectónico nacional. La primera carrera la ganó Juan Griego, con la monta de Félix García, asiduo visitante, aún, al óvalo de Coche semana tras semana.

Juan Vicente Tovar, Gustavo Ávila, Douglas Valiente, Millard Ziadie, Vittorio Catanese, Raúl Bustamante, Manuel Camacaro, Ángel Francisco Parra, Balsamino Moreira, Julio Ayala, Emisael Jaramillo y Ángel Castillo, son apenas algunos de los nombres inolvidables de protagionistas que han dejado una huella imborrable en la memoria colectiva de la afición hípica.

Y ni hablar de los equinos: My Own Bussines, El Gran Sol, Socopó, Negresco, Victoreado, Trinycarol, Sweet Candy, Winton y Taconeo, por ejemplo.

El hipismo forma parte de la idiosincracia de buena parte de los venezolanos, la jerga hípica se ha integrado a nuestra habla cotidiana. Esta historia está viva y ahora continuará escribiéndose cada semana.

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