Luis Joel Moreno || @youmoreno08
El 15 de abril de 1989, es recordado por los aficionados del Liverpool como uno de los momentos más tristes de la historia del club. A partir de ese hecho, comenzaron una serie de reformas que cambiarían para siempre el fútbol inglés.
Ese día de abril, Liverpool y Notthingham Forest disputaban el partido de semifinales de la FA Cup en el Estadio Hillsborough situado en Sheffield, Inglaterra. 96 aficionados, todos fanáticos de los ‘Reds’, murieron aplastados contras las vallas del estadio a causa de una avalancha. En la investigación posterior al hecho, se determinó que la causa del deceso de los hinchas se debió al exceso de aforo y mal estado de las instalaciones.
A raíz de la ‘Tragedia de Hillsborough’, el Gobierno del Reino Unido comandado por Margareth Thatcher, adoptó una serie de medidas, bajo el nombre del “Informe Taylor”, para evitar el ‘Hooliganismo’ y mejorar la seguridad de la canchas de fútbol. Los llamados ‘hoolignas’, eran aficionados, si se les puede llamar así, que se caracterizaban por el vandalismo dentro y fuera de las canchas de fútbol.
Entre los cambios suscritos en 1990, se ordenó que todos los estadios debían tener asientos, por lo que, se eliminaba todas las localidades en las que habían aficionados de pie. Además, se eliminaron los alambrados de los estadios, que impedían el ingreso de aficionados al terreno de juego. Se recomendó evitar la venta de bebidas alcohólicas y que se mejoraran las vías de acceso y las salidas de emergencia de los recintos.
Los equipos pertenecientes a las ligas de fútbol de Gran Bretaña, sobre todo aquellos de los principales tornes, Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, debían adoptar la medida reformista.
Steven Gerrard, jugador legendario de los de Anfield Road, sufrió como ningún otro futbolista los estragos de esta tragedia. Un primo, de tan solo 10 años de edad, falleció aquella fatídica tarde. Desde ese momento, aquel chico sería su gran inspiración a la hora de entrar a un terreno de juego.
Sucesos trágicos previos
La Tragedia de Helsey
29 de mayo de 1985, se jugaba la final de la Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus, en el Estadio de Helsey, en Bruselas, Bélgica. Una avalancha de aficionados provocó la muerte de 39 aficionados y 600 heridos de diversas índoles, a causa de que muchos de ellos se encontraban de pie. El exceso de aforo, cobraba sus primeras víctimas.
La Tragedia de Valley Parade
11 de mayo de 1985, durante un encuentro de la tercera división inglesa entre el Bradford City y Lincoln City, murieron 56 personas y 265 heridos provocado por un incendio en las tribunas del Estadio de Valley Parade en Bradford, Inglaterra. Investigaciones posteriores determinaron que una colilla de cigarrillo o una cerilla aunado a los restos de basura, acumulada durante mucho tiempo, y la madera de las gradas habrían provocado el devastador incendio.
28 años después se hacía justicia
El 12 de septiembre de 2012, a través de una investigación independiente se publicó una resolución en la que se responsabilizó a los cuerpos policiales por la tragedia. Este estudio, provocó que el primer ministro en aquel entonces, David Cameron, pidiera disculpas a los familiares de las víctimas durante una sesión de congreso inglés.
El 28 de junio de 2017, la fiscalía británica presentó cargos penales contra varias personas, entre ellos el comisario de policía encargado de la seguridad del estadio, David Duckenfield, un exjefe de la policía, un abogado y oficial de seguridad del estadio.
Así recordó el Liverpool a todas las víctimas del suceso en Sheffield:
La Premier League, una liga ejemplar
A partir de estos dos trágicos sucesos que sacudieron el fútbol inglés, la organización de esta disciplina cambiaría para siempre. Hoy en día, la liga de fútbol inglesa es una de las mejores del mundo, y no solo en su estructura organizativa.
Aficionados llenan los estadios cada fin semana, y miles de personas alrededor del mundo siguen por televisión las incidencias de cada partido. Ya no vemos aficionados de pie, no hay alambrados en la canchas, los hinchas están sentados a un metro del engramado, sin necesidad de una barrera protectora.
La cultura del aficionado cambió, entienden que más allá de un juego, es una oportunidad para la distracción, un espacio para compartir y disfrutar en familia de un partido de fútbol. Por su puesto, manteniendo viva la efervescencia del hincha que gritará, llorará y cantará por los colores de su equipo favorito.
La liga inglesa es un ejemplo a seguir, por su organización, por fútbol su dinámico, por sus estadios, por el reparto equitativo de los ingresos televisivos, y porque supo levantarse entre las cenizas de aquellas trágicas historias.