Hace aproximadamente dos años, Eden Hazard fue enviado a la banca del Chelsea, cuando el trabajo defensivo exigido por el entonces técnico del club José Mourinho no se ajustaba naturalmente al habilidoso extremo.
Hazard era el futbolista del año en Inglaterra en ese entonces pero padecía un desconcertante desplome, evidentemente a disgusto por tener que ceñirse semejante camisa de fuerza en el aspecto táctico.
No hay riesgo de que eso suceda bajo las órdenes de Antonio Conte.
Uno de los enormes beneficios de cambiar a una formación 3-4-3 la campaña pasada, estrategia que detonó la implacable marcha del Chelsea al título de la Liga Premier inglesa, fue la libertad que recibió el belga. La necesidad de resurgir _por"disciplina táctica", como lo llamaba Mourinho_ quedó como algo del pasado para Hazard, que podría concentrar su energía en mermar al rival con su habilidad y su astucia.
Conte ha dado un paso más allá esta temporada. En su más reciente cambio táctico, el técnico italiano utilizó recientemente una formación 3-5-1-1, dando a Hazard libertad de rondar detrás del delantero Álvaro Morata como un mediapunta. Hazard incluso asumió el rol de único delantero frente a Qarabag en la Liga de Campeones el miércoles, mientras Morata descansaba.
Ello está sacando lo mejor de Hazard, un jugador más maduro ahora, a sus 26 años.
Más le vale a Liverpool estar atento el sábado, cuando Chelsea visite Anfield en un compromiso por la 13ra jornada de la Liga Premier.
Desde su regreso de una fractura de tobillo que lo obligó a perderse el inicio de la temporada, Hazard suma seis goles en sus últimos siete partidos, entre ellos dos en contra de West Bromwich Albion el pasado fin de semana. Fue una impresionante actuación que llevó dos días después al despido del técnico de West Brom, Tony Pulis.
Por ahora, el cometido de Hazard es ayudar a Chelsea mantenerse pegado a Manchester City, líder de la liga por una ventaja de ocho unidades sobre Manchester United. Chelsea está un punto más atrás en el tercer puesto luego de cuatro victorias consecutivas en la Premier, en medio de una racha de seis triunfos en siete juegos en todas las competencias.
Los defensores del Liverpool, de vuelta bajo la lupa tras un colapso que convirtió una ventaja de 3-0 en un empate a tres ante el Sevilla a media semana, podrían verse en apuros nuevamente el sábado.
AP