En el pasado fin de semana el Girona, donde juega el criollo Yangel Herrera, vivió una auténtica fiesta de local. Ganó (4-2) a su vecino de Cataluña, el Barcelona, y -además- sumó su nombre a la próxima Champions League. Sin embargo, el mismo epicentro de esa celebración, el estadio de Montivili, está siendo un contratiempo para el club.
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Todo esto porque ser un equipo Champions pesa y ya lo están entendiendo. La razón está atada a las peticiones, con relación a recintos, que impone la UEFA a los equipos que participan en el torneo. Un escenario en el que el cuaro gironnis, actualmente, no están dentro de lo previsto.
El campo de Montivili, en este momento, no cumpliría con las normas solicitadas por el organismo europeo. Sobre todo, en la capacidad limitada y otras exigencias de motivos comerciales.
¿Qué solución plantea Girona para asegurar su participación?
De entrada, los catalanes quieren estrenarse en la Liga de Campeones en el estadio que hicieron historia este año. Para ello, tienen en mente intentar adecuar las instalaciones del estadio a lo que pide la UEFA.
Sin embargo, ese camino no le tendría todo asegurado al equipo del venezolano. Razón por la que están barajando otras alternativas llegado un punto límite. Entre ellas, aplicar una fórmula parecida a lo que hizo el FC Barcelona este año: jugar en Montjuïc.
La casa temporal de los azulgranas es la opción de más peso, ahora mismo, si se cae Montivili. Tanto, que Gironaya habría iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de la ciudad para asegurarse ese desenlace.
A su vez, también emerge como salvavidas el campo Stage Front Stadium de Cornellà-El Prat, la casa del Espanyol. De todas maneras, esta solución solo estaría contemplada a la hora de los encuentros de Champions.
Finalmente, el Girona tendrá que pensar en qué le beneficia más. Si prescindir de su estadio o enrocarse en la idea, aunque suponga pérdidas económicas, como apuntan varios medios de España.