Luis Suárez mostró toda su impronta en su despedida de Gremio, con dos goles propios de su calidad; un penal picándosela al portero y un mano a mano eludiendo también al guardameta. Sin embargo, no fue lo único que mostró de su repertorio, porque del uruguayo también se sabe sobre esa fama que no rehuye a las disputas físicas y esta vez le tocó el turno a: Felipe Melo.
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La acción se originó luego del segundo gol de club, en medio de la celebración de su autor (Everton), que generó una riña entre jugadores de ambos equipos y que, inicialmente, salía en la pantalla Melo contra algunos futbolistas de Gremio. Así pues, es como entró en escena Suárez que, en principio, tenía intenciones pacificas de disolver los encontronazos, hasta que se topó con el brasilero, quien le realizó una especia de llave, dejándo la cabeza del 'Pistolero' debajo de sus hombros.
Fue entonces cuando el atacante, fiel a su estilo, no salió del lugar de la disputa, sino que buscó a su par brasilero y le propinó un empujón, al tiempo que ambos se decían exaltados algunas palabras. La discusión pudo ir a más, pero la oportuna intervención del árbitro impidió un nuevo acercamiento entre los dos experimentados.
Recital de goleador
Pese al incidente, Luis Suárez tuvo una despedida dulce del Gremio y dibujó un doblete excelso a sus 36 años de edad. Su primer encuentro con las redes en el partido lo concretó, tras una corrida desde el mediocampo y que finalizó dejando en el camino al portero Fabio, mientras que su segundo tanto de la noche fue por la vía del penal -fue el tercero de su equipo- para empezar a encaminar la victoria, con una picadita en la definición.
El triunfo fue con marcador para los de 'Lucho' de 3-2, en un compromiso que se enmarcó como el final de la aventura del uruguayo en Brasil y de donde parte -al parecer- para aterrizar a tierras estadounidenses con el Inter de Miami, que lidera su amigo Lionel Messi.