Un fiscal de la federación italiana de fútbol pidió un veto de dos años y medio contra el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, por supuestamente mantener una relación ilícita con barras bravas del club que fomentó la reventa de boletos.
El fiscal Giuseppe Pecoraro hizo la solicitud en una audiencia el viernes, 10 días después que Agnelli fue elegido para presidir la Asociación de Clubes Europeos.
Una comisión de la federación tiene 10 días para decidir el castigo.
Pecoraro también pidió que la Juventus tenga que jugar dos partidos a puerta cerrada, otro con la gradería sur de los “ultras” clausurada, y una multa de 300 mil de euros (350 mil dólares).
Agnelli supuestamente autorizó la venta de abonos de temporada y otros boletos por encima del límite establecido.
El dirigente admitió haberse reunido con Rocco Dominello, un barra brava vinculado con la mafia calabresa ‘ndrangheta, que luego fue sentenciado a casi ocho años de cárcel por reventa de boletos.
Sin embargo, Agnelli afirmó que las reuniones fueron en festejos grupales, y que el club nunca tuvo intenciones de incurrir en actividades ilícitas.
“La fiscalía hace su trabajo”, dijo Franco Coppi, el abogado de Agnelli. “No estamos acostumbrados a realizar predicciones de si será (una sanción) de un mes o vitalicia. Lo importante es luchar contra las acusaciones de la fiscalía”.
El director de la boletería de la Juve, Stefano Merulla, el director de seguridad del club, Alessandro D’Angelo, y el ex director de mercadeo, Francesco Calvo, también encaran juicios por el caso.
Los cargos son violaciones de la integridad deportiva y relaciones ilícitas con los fanáticos.
Agnelli, de 41 años, dirige la Juve desde 2010.
AP