Luis Suárez | @SirLuchoSuarez
El crecimiento de un equipo no sólo se basa en la cantidad de dinero que se invierte en éste, sino el tiempo de trabajo que se disponga para sacar un proyecto adelante, y quizás, el ejemplo más sobresaliente en esta teoría es el Atlético de Madrid. Enrique Cerezo, su presidente desde el año 2003 ha visto pasar una gran cantidad de jugadores y entrenadores por su club, pero en su mandato el colchonero nunca había experimentado un momento como el que viven actualmente, posiblemente, los madrileños nunca han tenido la oportunidad de presenciar una actualidad como ésta, y detrás de dicho presente, se alza la figura de Diego Pablo Simeone, actual director técnico del primer equipo y ex jugador del cuadro de Manzanares.
La llegada del argentino al club fue como una bocanada de aire fresco, éste ha conseguido colocar a la oncena en lo más alto del fútbol europeo, disputando de tú a tú títulos importantes con quienes han sido los monarcas del balompié ibérico y mundial en las últimas décadas, dígase Real Madrid, o Barcelona.
El principio de la gloria comenzó en el año 2012 cuando los rojiblancos levantaron la Europa League y la Supercopa de Europa, los españoles venían de conquistar la antigua Copa UEFA en 2010. En 2013, los del “Cholo” consiguieron la Copa del Rey y un año más adelante se proclamaron campeones de La Liga y de la Supercopa Española.
Todos comenzaban a notar el crecimiento de una plantilla que a base de garra e intensidad empezaba a hacer un nombre en el escenario futbolístico europeo, pero todos los focos se centraron en los rojiblancos cuando disputaron la final de la UEFA Champions League frente al máximo ganador de dicho torneo, el Real Madrid.
Era la primera vez que los del Vicente Calderón disputaban una final de Liga de Campeones, y en Lisboa estuvieron a 2 minutos de la gloria, ya que ganaban gracias a un tanto logrado por Diego Godín, pero en el agregado, un épico testarazo de Sergio Ramos los llevó a la prórroga, donde terminarían cayendo frente al merengue con pizarra de 4-1.
Aunque muchos creían que el Atlético no volvería a una instancia similar, dos temporadas más tarde lucharían nuevamente por la “orejona”, pero no tuvieron en cuenta que se repetiría la edición del derbi madrileño que en 2014 se presenció, esta vez en Milán.
Una plantilla más madura y con nuevas caras peleaba frente al gigante blanco, pero la sed de vengar lo sucedido en Portugal no fue suficiente, puesto que la copa volvió a irse a Chamartín después de una sufrida tanda de penales.
Entre las dudas sobre la continuidad de Simeone en el banquillo blanquirojo, el club logró convencer al estratega para que levantara a un equipo que había bajado los brazos.
La temporada 2017 no comenzó de la mejor manera en el campeonato local, pero estaba claro que el objetivo de la cúpula atlética era llegar nuevamente a una final europea, y vaya que están cerca de repetir la hazaña. Con un Antoine Griezmann colocando la escuadra en sus hombros, los “indios” se apoderaron de un cupo para una nueva semifinal de Liga de Campeones tras derrotar a un Leicester City que buscaba seguir sorprendiendo, esta vez en el panorama internacional.