Raúl Pérez / @enriul
El fútbol venezolano tuvo un 2016 más que convulso. El pobre rendimiento de la selección masculina de mayores en su ya imposible sueño mundialista (cinco puntos en doce compromisos) y el escándalo dirigencial que envuelve a la Federación Venezolana, marcó un claro retroceso dentro del fútbol criollo.
Pero en medio de todos los problemas, aparecieron nuestras chamas. Las mujeres, siempre las mujeres, sacaron el pecho por nuestro deporte y dejaron en claro que ya forman parte de la élite del balompié mundial.
Tanto la categoría Sub17, como la sub20, lograron sendos pasajes a los mundiales e hicieron que nuevamente sonara el himno nacional en una contienda internacional, siendo las más pequeñas quienes lograron avanzar más en su competición.
La consolidación de la generación de oro
La selección venezolana Sub17 aprovechó la localía para hacer historia en el Sudamericano, realizado en Barquisimeto, y aplastó a cada uno de sus rivales de principio a fin. Las dirigidas por Kenneth Zseremeta, comenzaron el torneo con una victoria 3-0 ante Argentina. Luego le propinaron una escandalosa derrota de 8-0 a Perú, para leugo vencer a Chile 2-0 y a Paraguay 3-1, clasificando como primera del grupo A para la siguiente ronda.
En el cuadrangular final Venezuela empezaría con victoria 4-0 ante Colombia, luego golearía 6-2 a Paraguay y ganaría la gran final ante Brasil 1-0, coronándose por segunda vez consecutiva como campeonas sudamericanas y clasificando a su tercer mundial de la categoría. En esta competencia, Deyna Castellanos convirtió 12 tantos (marcó en cada uno de los duelos), rompiendo el récord histórico de goles del torneo, mientras que Daniuska Rodríguez despachó nueve asistencias.
Éxito mundialista
Las muchachas fueron al Mundial de Jordania con toda la fe de superar su actuación del Mundial previo, en el cual alcanzaron el cuarto puesto. Las criollas quedaron en el grupo B junto a Canadá, Camerún y Alemania, justamente su rival del partido inaugural.
Las venezolanas no pudieron con las europeas en el primer compromiso, pero encadenaron triunfos al hilo contra Camerún y Canadá para avanzar a la siguiente etapa, en la cual las esperaba la selección de México.
Deyna Castellanos, quien anotó cinco tantos en el torneo, despachó a las aztecas con dos goles, y colocó a las pequeñas Vinotinto en las semifinales, pero el cansancio se notó en las últimas instancias y las criollas se devolvieron d nuevo a casa con un cuarto puesto (tras caer ante Corea del Norte en semifinales y España en el partido por el tercer lugar), pero con la frente bien en alto y un país a sus pies.
Las más grandes también sonrieron
Por su parte, las muchachas del Sub20 también alcanzaron su pase al Mundial de Papúa Nueva Guinea, al obtener el segundo lugar del Sudamericano, por detrás de Brasil, quienes fueron las anfitrionas del certamen. Las criollas finalizaron el torneo continental con 14 puntos, fruto de cuatro triunfos, dos empates y tan solo una derrota, quedando una unidad por detrás de la Canarinha y destacando como el equipo más goleador con 13 tantos.
Sin embargo, su presencia en la cita mundialista no fue la mejor. Las venezolanas cayeron en el grupo de la muerte junto a Alemania, México y Corea Del Sur y regresaron a casa de manera prematura con tres derrotas en la misma cantidad de compromisos.
A cerrar con broche de oro
La temporada de las chamas podría cerrar de la mejor manera, ya que Daniuska Rodríguez está candidateada al Premio Puzkas, al mejor gol del año. La venezolana no pudo disputar ni un solo minuto en ninguna de las dos citas mundialistas (Sub17 y Sub20) en las cuales estuvo convocada debido a una desafortunada lesión, pero su premio podría llegar a principios de enero en la gala de los premios "The Best", donde se codeará con la élite del fútbol mundial, a la cual nuestras chamas ya pertenecen.
