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La Vinotinto

La apuesta de la juventud dio resultado en la Vinotinto

Por Meridiano

Viernes, 11 de noviembre de 2016 a las 06:54 am

Manuel Vargas | @MA_Vargas7

Venezuela tuvo una noche histórica en la que consiguió su primera victoria en estas eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 al vencer con un contundente 5-0 a la selección de Bolivia en el Monumental de Maturín. El triunfo es producto de varios factores, pero en el juego en general la Vinotinto obtuvo el éxito de forma merecida.

Una de las ironías del encuentro ante los del altiplano, es que en el peor campo imaginable la selección criolla desarrollo su mejor fútbol en lo que va de eliminatorias. Parte de esta premisa se cumplió gracias a los cambios que propuso el técnico venezolano, Rafael Dudamel, y también a que los jóvenes decidieron tomar el protagonismo.

Otra de las ironías es que en el inició del juego, cuando este empezó de forma accidentada (el balón iba de aquí para allá), a los 10 minutos ya Venezuela ganaba 2-0. La presión y el adelantamiento de líneas estaba dando sus frutos; esto combinado con el ímpetu de los “chamos” propició la tercera ironía: ambos goles fueron de cabeza y los dos por jugadores que no llegan al 1.80 de altura.

Jacobo Kouffaty y Josef Martínez abrieron el marcador y desde entonces la Vinotinto desarrolló su juego a placer. Ciertamente el trabajo de la escuadra boliviana fue muy pobre en casi todos los aspectos, pero es innegable que mucho de eso se debió a la propuesta venezolana.

Rebelión en cada línea    

El análisis debe comenzar desde la alineación inicial; porque no solo fue un cambio de nombres, también lo fue de propuesta y de formación.

Aunque el 4-2-3-1 se había usado antes, en esta oportunidad se armonizó junto con el toque constante, la presión desde los atacantes y el aprovechamiento de las bandas con velocidad de vértigo. En cuanto al cambio de nombres en cada una de las líneas, no solo fue una apuesta atrevida que dio resultado, sino que también representó el cambio generacional que se venía pidiendo, combinado con un poco de experiencia para lograr la victoria.

En defensa ingresó Mikel Villanueva como segundo central; en la contención Renzo Zambrano acompañó a Tomas Rincón; y en el frente de ataque se vio la mayoría de los cambios, con Jhon Murillo y Kouffaty por las bandas y Otero como media punta, para habilitar a Josef Martínez que jugó como delantero centro.  Además, solo Dani Hernández (31 años), Oswaldo Vizcarrondo (32), Rolf Feltscher (26) y Tomás Rincón (28) superaban los 25 años de edad, dejando en el campo un equipo joven y con hambre de triunfar.

Defensa bien plantada  

En defensa la inclusión de Mikel Villanueva como central era algo que se podía presumir, pero que no se había aplicado. Con sus buenas actuaciones en el Málaga, jugando en esta demarcación, Dudamel decidió darle la oportunidad y el respondió en gran forma. Zurdo de naturaleza, se complementó muy bien con un acertado Vizcarrondo, que recordó al Vizcarrondo de otros tiempos por su sobriedad, corte de balones y adelantándose a cada jugada de los bolivianos. Ambos hicieron buen trabajo para ser la primera vez que jugaban juntos como centrales.

Mientras que los laterales, Alexander González y Rolf Feltscher, aportaron en ataque (muy bien Fletscher en algunos tramos de partido), y cumplieron en defensa. En general no se complicaron y de los viejos errores que tanto han costado en estas eliminatorias no hubo señales. Sin complicaciones mandaban los balones a la grada cuando ameritaba y salían jugando cuando podían para dejar el marco en cero por primera vez en estas eliminatorias después de 11 jornadas.

Otero el rey del mediocampo

En el mediocampo la juventud dijo presente, aunque todos fueron bien capitaneados por la experiencia de Rincón. Renzo Zambrano se vio bien pese a su inactividad y hasta dio una asistencia de lujo para el cuarto gol venezolano, tercero en la cuenta personal de Josef; Y Murillo y Kouffaty dieron todo en las bandas. El primero tuvo incidencia en dos de los cinco goles y por la derecha fue un dolor de cabeza para los bolivianos que nunca lograron detenerlo, además se dio el lujo de bajar a ayudar en defensa; y el segundo colaboró con el primer gol y desde la izquierda se combinó bien con Otero y con Martínez para generar mucho peligro.  

Aunque hubo varios cambios, muchos de ellos titulares por primera vez en eliminatorias, todos dieron la talla pero Rómulo Otero se erigió como figura del equipo y del partido.

De sus arrancadas nació cada ataque vinotinto; cada balón parado era de su propiedad para generar peligro en el área visitante, de hecho dos goles vinieron desde sendos saques de esquina; fue un gran catalizador de juego y se llevó un sinfín de faltas; y cerró la noche con el quinto gol del encuentro.

Otero fue el 10 que necesitó Venezuela y ahora ha generado un problema para Dudamel, porque “Juanpi” Añor es muy bueno, por su visión y buena pegada, pero la aportación del jugador del Atlético Mineiro no se puede quedar en la banca. Será tarea del técnico venezolano encontrarle un puesto, porque en la cancha Otero ya demostró que se lo ha ganado.  

Josef se erigió como líder

La otra figura del encuentro fue Josef Martínez. El de Carabobo se hizo dueño del gol anotando un hat-trick, el primero de la historia en eliminatorias para un venezolano. Dos de sus tres tantos fueron de cabeza, algo que resalta las buenas cualidades del delantero del Torino como cabeceador, pero increíble por el 1.70 que mide.

Su entereza y la movilidad que realizó arriba propició el buen hacer del equipo y le permitió a él hacer historia con sus goles. La picardía que mostró y la lucha que puso para suplir a Salomón Rondón dejó constancia que Josef puede perfectamente jugar de centro delantero; además con goles lo certifica, porque en la era Dudamel es Martínez, con cinco tantos, el goleador del equipo.  

El resultado no borra el mal juego, los errores y las derrotas de partidos pasados. Tampoco se trata de ocultar el hecho de que ir al Mundial de Rusia 2018 es casi “misión imposible”, pero la victoria deja buenas señales y un comienzo del cual agarrarse.

La apuesta de Dudamel por la juventud, acompañado de algunos experimentados, salió bien. La semilla está plantada y la labor del técnico será cuidarla y seguir regándola en forma de minutos en los partidos que vienen, para que a la hora de empezar el camino a Catar 2022 haya un equipo bien asentado con el cual hacer frente a las eliminatorias más difíciles del mundo, sacando a la VInotinto de ese sendero de derrotas y volviendo a ilusionar a un país entero con llegar a un Mundial.

(Fotos: David Urdaneta) 

FARÁNDULA