Alfredo Coronis A. || @AlfredoCoronis
Barranquilla, Colombia
La selección nacional encontró un pedacito de Venezuela en Barranquilla y lo ha tomado como suyo. El club de los empleados de Monómeros Colombo-Venezolanos va a ser la sede de los entrenamientos del combinado patrio.
Monómeros Colombo-Venezolanos es una filial de Pequiven, empresa perteneciente a la multinacional más grande de Venezuela, Pdvsa. En Colombia, esa compañía se encarga de refinar derivados del petróleo y trabajar con otros químicos para obtener productos diversos como fertilizantes.
En ese club hay una cancha bien cuidada y se ha dispuesto una decoración para hacer sentir en casa al combinado patrio. Hay una tribuna modesta que sirve para las charlas con el grupo y cumple con las comodidades necesarias. Las otras áreas comprenden una piscina y, como para sentirse aún más en casa, una cancha de softbol o beisbol, espacio infaltable en cualquier club que se respete en suelo venezolano. Está a unos veinte minutos del hotel de concentración.
“Ellos son muy amables, se dejan tomar fotos y los vemos siempre contentos”, dijo uno de los empleados. Acotó que Rafael Dudamel, DT criollo, es bastante celoso y que se hacen recorridos constantes para detectar algún espía o infiltrado indeseable.
En Barranquilla, por la humedad, es difícil conseguir canchas de césped buenas. Suelen ser blandas y se deshacen con facilidad. Por eso, al principio no había sede segura para entrenar, pero luego de dos entrenamientos y tras el caluroso recibimiento, será el hogar vinotinto para este periplo.