Alfredo Coronis A. / [email protected]
La convocatoria vinotinto se ha rejuvenecido aún más. Luego de ser la más joven de la Copa América Centenario (24,7 años), ahora, para la próxima doble fecha, ante Colombia y Argentina, el promedio bajó un punto y la ecuación etaria se pasea por el 23,7 al sumar y dividir los 28 llamados.
Parte de esa disminución pasa por la cantidad de jóvenes llamados. De los 28, 15 tienen o son menores de 23 años de edad.
Uno de ellos es Andrés Ponce, que con 19 años de edad se muestra como una opción para el ataque. El zuliano, que tuvo una maravillosa pasantía por la categoría primavera del Sampdoria (marcó más de 20 goles en esa división juvenil), ahora se abre paso en Suiza con el Lugano, cedido por su club, que aún quiere madurarlo más antes de facilitarle el trampolín a la élite.
“Salir de la Copa América me dolió mucho, fue algo que me afectó profundo. Tuve que seguir trabajando y me prometí a mi mismo volver. Ahora vuelvo y trabajo para reportarme en la mejor forma”, cuenta desde Europa.
Agrega que “vengo entrenándome muy bien. El equipo tenía solo un delantero. Gracias a Dios estoy teniendo continuidad en los partidos”.
Le motiva enfrentar a dos grandes selecciones y ganarse un puesto o un espacio frente a delanteros consagrados como Salomón Rondón o Josef Martínez. “Estoy para aportar, sea lo que sea que me toque”, explica.
Su partida. Ponce, a pesar de la gran cantidad de goles que marcó no pudo hacer el primer equipo del Sampdoria.
“Empecé a hacer la pretemporada con el primer equipo de la Sampdoria. Al ver que habían muchos delanteros, me propusieron ir cedido. Después de haber tenido una gran temporada con la Primavera y haber debutado en Serie A, estaba muy alegre. Pero eso ya está en el pasado. Me centro en el presente que es ver muchos minutos acá. También estar con la selección”.
Sobre Lugano y la liga suiza cuenta: “Es una liga competitiva. Jugadores que se juegan la vida, se corre mucho. Es una liga bastante fuerte. ahorita Lugano esta jugando 4-3-3 y yo estoy jugando de punta 9. Hay partidos en los que tengo al menos 10 cabezazos”.
Ponce comenta que en este cuadro le han recibido muy bien, pero no niega que “me pega un poco estar lejos de la familia. Es una decisión que uno toma como futbolista y esta es la parte difícil”.
El marabino, que estuvo en la sub-17 que de la mano de Dudamel clasificó al mundial de la categoría en 2013, ahora tiene la oportunidad de despuntar con la absoluta.