David Rojas || Victor Campoverde
En el año 2007 Venezuela albergó la Copa América. Un torneo que sirvió para reestructurar instalaciones y construir nuevos estadios en Venezuela.
Sin embargo, ese evento no fue aprovechado para que la ciudad capital pudiera tener una instalación de primer orden. De hecho, en ese campeonato, el estadio Olímpico tan solo fue sede del partido por el tercer puesto entre Uruguay y México.
El parque de la UCV y el Brígido Iriarte son los grandes cosos de la capital, y ambos se encuentran actualmente inhabilitados para el funcionamiento.
La situación actual de la infraestructura para el balompié caraqueño es totalmente crítica, pues los equipos de la primera y segunda han tenido que buscar alternativas para afrontar el Torneo Apertura.
En el Olímpico hacen vida CaracasFC, La Guaira y UCV (segunda); mientras en el “Brígido” juegan Estudiantes de Caracas, Metropolitanos, Atlético Venezuela y Libertador (segunda). Todos ellos han tenido que mudarse de manera forzada, siendo esto un handicap para sus finanzas, aunque no han querido suministrar cifras al respecto).
Capital huérfana. La inhabilitación de las dos grandes plazas representa un duro golpe no solo para los futbolistas, sino para dirigentes, aficionados y técnicos.
El gerente deportivo del Caracas Miguel Mea Vitali se mostró reflexivo ante la situación de la infraestructura, aunque asegura estar convencido de que los estadios tendrán un mejor terreno de juego en los próximos meses.
“Todo es consecuencia de no haber aprovechado la Copa América de 2007 para construir nuevos estadios”, explicó el exfutbolista.
“Es un punto muy negativo para el deporte nacional, ya que son cosas que no pueden pasar, pero debemos buscar una solución”, destacó el directivo de manera muy clara.
El exmediocampista señaló que las obras van por buen camino, pero no sabe cuándo estarán listas. “El esfuerzo e inversión conjunta entre todos los equipos que hacen vida en el Estadio Olímpico están rindiendo frutos, porque todo va según lo planeado”, afirmó sobre el reacondicionamiento del terreno de juego.
“No sabemos cuándo volveremos a la UCV, pero queda descartado que sea durante el Torneo Apertura”, finalizó.
El coso de El Paraíso. La restauración y el mantenimiento será responsabilidad conjunta de los cuatro equipos de Primera y Segunda División que hacen vida allí. También habrá colaboración de la Federación Venezolana de Fútbol y del Ministerio del Poder Popular para el Deporte, organismo estatal encabezado por Pedro Infante.
El césped será removido en su totalidad para sembrar uno nuevo de mejor calidad. Este proceso será de, al menos, ocho meses, por lo que es posible que no veamos más fútbol allí en 2018.
Caracas será la única capital de Sudamérica sin un gran recinto que albergue fútbol, hecho que habla de la distancia del fútbol nacional con respecto al resto de los países Conmebol.