El pasado domingo 10 de marzo culminó una de las novelas más mediáticas de los últimos días, luego de que Brahim Díaz se decantara por jugar por la selección absoluta de Marruecos y rechazara a la de España. El jugador del Real Madrid cuenta con doble nacionalidad, por lo que podría representar a cualquiera de las dos delegaciones.
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Asimismo, para la venidera fecha FIFA del mes de marzo tanto Luis De la Fuente, actual seleccionador de España, como Walid Regragui, técnico de la selección absoluta de Marruecos, tenían en sus planes incluir al atacante de la “Casa Blanca” en su lista de convocados.
De esta manera, según informó el reconocido diario español “Marca”, el malagueño escogió defender los colores de la delegación africana, la cual puede vestir la elástica gracias a su abuela paterna, quien es originaria del país de los “Leones del Atlas”.
¿Adiós España para siempre?
España se encuentra viviendo una montaña rusa de emociones debido al “caso Brahim”. La mala noticia es que la “Roja” se pierde a uno de los talentos y futbolistas españoles más emocionantes de la actualidad; sin embargo, la buena noticia es que no lo será para siempre, ya que la regla de la FIFA indica que el jugador de la entidad capitalina podrá volver a jugar con el combinado europeo.
Según la normativa FIFA, un jugador con doble nacionalidad puede representar a dos selecciones si cumple con alguno de los dos requisitos en el tema. El primero de ellos es que no haya disputado más de tres partidos, ya sean oficiales o amistosos, con la selección. Mientras que la segunda opción es que hayan pasado más de tres años sin haber sido convocado con dicho combinado nacional.
¿Cuándo debutará Brahim Díaz con Marruecos?
El artillero madridista ha sido convocado para la siguiente fecha FIFA, en la que el combinado marroquí medirá fuerzas ante Angola el próximo 22 de marzo, así como también en contra de su similar de Mauritania el 26 de marzo.
Por esta razón, de disputar un solo segundo más en un tercer partido con Marruecos, diría adiós definitivamente a España. A no ser que se pase tres años sin entrar en una convocatoria.