Raúl Pérez / @enriul
Se acabó la incertidumbre. Perú, luego de 35 años de ausencia, se convirtió en el trigésimo segundo equipo en inscribir su nombre en el Mundial de Rusia 2018, luego de superar 2-0 a Nueva Zelanda en un abarrotado Estadio Nacional de Lima.
A pesar de la suspensión de Paolo Guerrero, los sudamericanos demostraron que su referente y capitán no es el único “guerrero” de la selección. Los 14 futbolistas que estuvieron en el campo, por decisión de Ricardo Gareca, y un país entero, vibraron durante noventa minutos increíbles, en los que los incas lograron ponerle fin a su sequía.
Tras el escueto empate en territorio neozelandés, Perú se hizo de la esférica desde el arranque, buscando el ataque por las bandas con un movedizo Christian Cueva y un afilado Andy Polo, mientras que Raúl Ruidíaz y Jefferson Farfán causaban peligro en cada una de las galopadas.
Ante la ausencia de Guerrero, Farfán era el más experimentado componente de la selección de la franja, y el delantero demostró su jerarquía al anotar el gol inicial, el de descomprimir a todo un país, uno de los goles más gritados en la historia del fútbol peruano.
Farfán, al minuto 28, recibió un pase de Cueva y sacudió un trallazo que quemó las manos de Stefan Marinovic, quien no pudo ser héroe, como lo fue en el compromiso de ida. Tras anotar, “la Foquita” levantó una franela de Guerrero, en homenaje a un he´roe que bastante tiene que ver en la clasificación de Perú.
Tras el descanso, luego de desperdiciar un par de oportunidades (y luego de una que otra mano salvadora de Pedro Gallese), Cristian Ramos logró ampliar la ventaja sudamericana, al cazar un rebote dentro del área, al minuto 65, y confirmó el triunfo del representante de Conmebol.
Perú, luego de 35 años, y de la mano del argentino Ricardo Gareca, ese que con un gol los sacó de su última cita mundialista, volvió a una Copa del Mundo luego de 35 años. Con los incas, son cinco los equipos de Conmebol que dirán presente en Rusia (Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay), demostrando que el mejor balompié está, sin duda, de este lado del mundo.