EFE
Nombres internacionales, talento deportivo e ilusión por despuntar en la Liga. El Syriana RFC tiene todos los ingredientes que comparte cualquier equipo de fútbol profesional que prepara su pretemporada, pero un detalle les hace diferentes: su plantilla está formada por refugiados.
En un campo de fútbol a las afueras de Amberes, la segunda ciudad más grande de Bélgica tras Bruselas, jóvenes sirios, palestinos, iraquíes y libaneses entrenan con la mirada puesta en septiembre, momento en el que el Syriana RFC ("Refugee Football Club") debutará en la cuarta división de la Liga belga.
Su director e impulsor, Adam Razok, es también un refugiado: llegó a Bélgica desde Siria en el año 2014, huyendo de la guerra civil que aún hoy asola su país natal.
"Empecé a ver bastantes jugadores con mucho talento en los propios campos de refugiados. Les preguntaba por qué no jugaban con equipos profesionales y ellos me decían que no podían porque no hablaban la lengua de sus países de acogida y no conocían a nadie", explica Razok a Efe con la vista puesta en el entrenamiento.
Fue a principios de 2016 cuando Razok se decidió a hacer realidad la idea de formar un equipo de fútbol para los refugiados que acoge Bélgica, un proyecto que se ha encontrado con muchos obstáculos en su primer año y medio de vida.
"Cuando empezamos, entrenábamos en un parque y no teníamos ni siquiera pelota de fútbol", cuenta Razok, que agrega que tras un tiempo comenzaron a recibir financiación por parte de patrocinadores y pudieron comprar material.
El equipo, que alquila ahora un campo de fútbol al aire libre a las afueras de Amberes para sus entrenamientos dos días a la semana, comenzará la próxima semana el rodaje de un anuncio promocional que pretende dirigir al jugador del Real Madrid y de la selección de Portugal, Cristiano Ronaldo, para pedirle su apoyo.
"Hemos visto que Cristiano ha hablado sobre los refugiados y los niños sirios, así que sabemos que está concienciado con esta causa", afirma el director del equipo, que confía en que el vídeo llegue al madridista para ganar visibilidad y apoyo financiero.
Pese a las trabas económicas, el ambiente entre la veintena de jugadores y su entrenador, Ahamed Aoufi, es idéntico al de un entrenamiento de un equipo profesional.